Asesinada en Ricla

Comienza la prueba cerebral para averiguar dónde ocultó el cadáver de su mujer

El abogado defensor se opone a la prueba porque defiende que supone una intromisión en el cerebro del imputado.

Antonio Losilla, escoltado por la policía
Comienza la prueba cerebral para averiguar dónde ocultó el cadáver de su mujer

Antonio Losilla, el presunto autor de la muerte de su esposa Pilar Cebrián, ha sido sometido este miércoles en un hospital a una prueba neurofisiológica, que no se había usado hasta ahora en España, con el objetivo de orientar la búsqueda del cadáver de esta mujer desaparecida desde 2012 en la localidad aragonesa de Ricla.


Se trata de una técnica utilizada generalmente en el ámbito médico que analiza los cambios eléctricos de la actividad cerebral del individuo ante estímulos externos, entre ellos fotografías, sonidos o preguntas.


El magistrado del Juzgado de Violencia sobre la Mujer número 2 de Zaragoza, que instruye el caso, emitió el pasado 4 de diciembre un auto por el que se autorizaba a la utilización de este método usado con éxito en otros países, como Estados Unidos y Japón.


La prueba a este hombre, acusado de un presunto delito de homicidio y en prisión provisional desde 2012, se realizará este miércoles a las 16.30 en el Hospital Miguel Servet, según han dicho fuentes policiales.


Por su parte, Javier Notivoli, el abogado defensor de Antonio Losilla, ha recordado que desde el día siguiente en el que el juez admitió esta prueba presentó un recurso de reforma contra este auto judicial, ya que, a su juicio, "vulnera el derecho a no declarar de su cliente".


El abogado ha defendido que este método supone una intromisión en el cerebro del imputado, ya que no se le hacen preguntas sino que lo que se provocan son reacciones en el cerebro, mediante una serie de estímulos y posteriormente su reacción es interpretada por un neurólogo.


El abogado ha lamentado que se practique esta prueba sin esperar a que se haya resuelto el recurso que presentó.


Antonio Losilla fue detenido en octubre de 2012 por la muerte de su esposa, cuyo paradero se desconoce desde abril de 2012.


Fue detenido después de la aparición de los restos descuartizados de una mujer en Cadrete (Zaragoza).


Sin embargo, meses después, se comprobó que esos restos no pertenecían a Pilar Cebrián, sino a Vanesa Barrado, una joven de 27 años, vecina de Cadrete.