Zaragoza

Brial construirá edificios de más altura en Averly para respetar las zonas protegidas

El nuevo proyecto mantiene las 200 viviendas previstas e incluye una torre de hasta 18 plantas.

Una parte de la zona protegida de Averly, que ha sido declarada Bien Catalogado por Patrimonio.
Brial construirá edificios de más altura en Averly para respetar las zonas protegidas
José Miguel Marco

La constructora Brial ya ha adaptado su plan urbanístico para la factoría Averly a la nueva protección del inmueble. En concreto, la empresa –propietaria de los 8.961 metros cuadrados de esta factoría centenaria–, mantiene su idea de construir 200 viviendas, pero algunas de ellas se han reubicado y ampliado en dos alturas –hasta las 18 plantas– respecto al plan inicial ante la nueva catalogación que ha dado el Gobierno de Aragón al 32% del complejo. Por ejemplo, estaba previsto que una parte del bloque de viviendas tocara la actual zona de oficinas y la nave de ajustes, pero Patrimonio ha registrado finalmente estos inmuebles como Bien Catalogado, lo que prohíbe su derribo.


El expediente del Gobierno de Aragón aún no está cerrado (no ha sido publicado en el BOA), pero ya han sido catalogados 2.820 metros cuadrados de esta factoría (el 32% del recinto total), frente a los 220 que contemplaba en un primer momento el Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) del Ayuntamiento de Zaragoza. Con este primer documento es con el que había trabajado Brial hasta que salió a información pública el informe de Patrimonio, que se inició por el malestar de asociaciones como Apudepa ante el plan de construir 200 viviendas en esta ubicación. Pese a la mayor protección, esta organización y otras defienden que «partir en dos» el recinto «supone la desaparición de Averly», que consideran uno de los restos de patrimonio industrial más importantes de España e incluso de Europa.


El PGOU del Ayuntamiento protegía la fachada de la villa-factoría (la vivienda principal de esta fábrica centenaria), así como el jardín y la verja que rodea esta zona verde. Ahora la DGA también ha catalogado la nave de ajustes, las oficinas, la red de transporte interno y una parte de las canalizaciones, además de 133 piezas que están dentro del recinto pero que continúan siendo propiedad de la familia Hauke (que busca continuar con la actividad de su empresa en otra ubicación).


La solución que ha adoptado Brial pasa por aumentar el número de alturas en los edificios que sí que se van a poder construir, especialmente en la zona de las naves industriales –en un deficiente estado de conservación–, que habría que suprimir.

El plan inicial de Brial, que se hizo con el inmueble por unos 9 millones –a pagar según objetivos–, ya incluía bloques de vivienda de hasta 16 alturas, en concreto, en los últimos números de la avenida de Escrivá de Balaguer. Ahora se plantea que, para continuar con el plan de construir esas 200 viviendas, este bloque se eleve hasta los 18 pisos. Otros edificios tendrán alturas menores, por ejemplo, de 12, 11 y 5 alturas. En cualquier caso, Brial está ahora mismo trabajando en el plan especial –en la división en áreas de la zona edificable– y el diseño final de los edificios aún no está cerrado.


A su vez, el plan mantiene una zona privada para urbanizaciones (que posiblemente contará con piscina) y otra parte dedicada a espacios libres, que en concreto está destinada a equipamientos municipales, tal y como exige el PGOU del Ayuntamiento.

Fuentes cercanas a la empresa señalaron que Brial siempre ha defendido el patrimonio aragonés –como se recogía en sus alegaciones al expediente de Patrimonio–, que nunca ha estado en contra de la preservación de una parte de Averly y que aceptan la decisión del Gobierno de Aragón de catalogar el 32% del recinto. También señalaron que llevan «un importante retraso por todo lo que ha ocurrido», lo que les ha generado pérdidas económicas, y que la idea de la empresa es «empezar a trabajar cuanto antes y generar empleo», por lo que solicitaron que «se aceleren los trámites» para poder comenzar la obra.


También lamentaron que esta polémica haya surgido justo ahora, cuando el recinto ha cambiado de titularidad. Se refieren con ello al PGOU, que ya destinaba desde hace décadas este recinto a zona residencial, aunque Averly ha tenido mientras tanto un permiso especial para seguir trabajando en esta ubicación.