Zaragoza

"Es un sueño hecho realidad"

El Centro de Mayores del Picarral ya abre sus puertas por las tardes de lunes a viernes. Ahora están reorganizando los horarios de las más de 30 actividades que realizan cada semana.

El centro del Picarral cuenta con gran variedad de actividades.
"Es un sueño hecho realidad"
MERCEDES NAVARRO

Desde hace una semana, el Centro de Mayores del Instituto Aragonés de Servicios Sociales (IASS) en el Picarral ya abre sus puertas por las tardes. Desde que empezara a funcionar hace dos años, solo abría de lunes a viernes entre las 8.00 hasta las 14.30 horas, pero ahora no echa la persiana hasta las 20.00 horas.


“Aunque la directora del Instituto Aragonés de Servicios Sociales (IASS), Cristina Gavín, nos dio su palabra de abrir por las tardes el centro cuando nos visito el mes pasado, hasta que no hemos visto abiertas sus puertas no nos los hemos creído. Pero es un sueño hecho realidad y han cumplido su palabra”, explica Pilar Andía, una de los miembros de la Junta de Gobierno del centro. “En dos ocasiones ya nos habían dicho que sí, y al final nunca llegó la promesa, pero parece que esta vez es la definitiva y no podemos estar más contentos”, añade. 


Ahora se encuentran estabilizando el nuevo horario y redistribuyendo todas las actividades que ofrecen. Su ilusión sería conseguir la apertura del centro también durante los fines de semana y están pendientes de que la Diputación General de Aragón reponga un director del centro porque desde hace unos meses son los miembros de la Junta de Gobierno quienes hacen sus labores. “Pero de momento estamos muy contentos con lo conseguido, ha sido un gran paso y ahora tenemos el reto de mantenerlo”, cuenta Jesús Aldana, otro miembro de la junta.


José María, Félix, Alberto y José son cuatro socios que se reúnen todas las mañana en el centro para jugar su partida de guiñote y están contentos porque además de “echar la partida” matutina, ahora también van a poder acudir al centro a realizar actividades por la tarde. También aprovechan las pistas de petanca e incluso alguno se atreve con las clases de baile. “Yo antes me iba a pasear por el parque por las tarde y cuando frío me recogía en casa, pero ahora vendré aquí porque así estamos acompañados”, cuenta Joaquín Turón, otro de los socios, mientras observa las jugadas de la mesa de guiñote.


Antonia Giménez y Mari Luz Bueno también están encantadas con la ampliación de horario porque ahora van a tener tiempo de hacer más actividades. “Las sevillanas y el baile en línea son nuestras preferidas”, aseguran mientras salen del centro con sus esterillas bajo el brazo tras su clase de gimnasia. Y es que desde el centro aseguran que las clases de baile son las más solicitadas, seguidas por las de informática.


Amplias y modernas instalaciones


El Centro de Mayores El Picarral es un centro joven con un crecimiento muy rápido del número de socios y de actividad. Además, cuenta con una amplia oferta de cursos que realizan con personas voluntarias. Espalda sana, taichí, petanca, senderismo, baile en línea, música, rondalla, goma eva, canciones de variedades, pintura en tela, solfeo y guitarra… Estas y otras actividades, hasta sumar más de 30, son algunas de las alternativas de tiempo libre que ofrecen es sus instalaciones.


Todas las actividades propuestas por el centro son llevadas a cabo por voluntarios. Araceli Ullate, a sus 70 años, se ha convertido en la profesora de canto de jota. “Cuando me casé empecé junto a mi marido en una rondalla y allí aprendí”, recuerda. “Luego, tuvimos un accidente lo dejé, pero me animaron a seguir y aquí estoy, a mi edad, enseñando a otras personas y disfrutando de esta maravillosa experiencia”, cuenta Ullate.


Isabel Rovira es licenciada en Historia y tiene la carreta de piano. Es una profesora ya jubilada. Pero solo teóricamente, porque Rovira es otra de las voluntarias del centro e imparte clases de musicoterapia, pintura en tela, coro e historia y arte a través de la música. “Esta es una labor muy gratificante y ahora estamos muy contentos de que abran también el centro por las tarde porque las actividades se pueden realizar mejor”, cuenta.


El centro cuenta con más de 2.500 socios y tiene unas modernas, amplias y funcionales instalaciones. El edificio dispone de salas de informática, música, pintura, audiovisual, gimnasio, biblioteca, servicio de podología, peluquería, un amplio jardín con pistas de petanca e incluso un servicio de comedor en la cafetería que ofrece menús por 5,30 euros.


Ahora el reto es ampliar el mobiliario de la cafetería y gestionar una videoteca. “Nos está ayudando mucho la chica que lleva la biblioteca de La Jota, y gracias a ella estamos empezando a recopilar DVD’s para nutrir la nueva sala”, cuentan desde la junta.