Conflicto de los autobuses

Los autobuses llegan al centro hasta los topes

En la segunda mañana de paros a horas punta, los zaragozanos de los barrios han tenido que volver a resignarse a viajar entre empujones.

El 33 llega cargado al paseo de Sagasta en Zaragoza por la huelga de autobús
Los autobuses llegan al centro hasta los topes
P.P.

"Por favor, pasen a la parte trasera del autobús". La mecánica voz sonaba una y otra vez en el Circular 1 al llegar al camino de las Torres. Los vecinos del barrio de San José de Zaragoza ha tenido que volver a resignarse a viajar al trabajo entre empujones en la segunda jornada de paros de autobuses a horas punta.


En la zona centro, la huelga sigue sin hacerse notar en exceso por la mañana, donde solo algunas personas esperaban en cada parada cargadas de paciencia. "Llevo 15 minutos aquí", comentaba Maribel en el paseo de la Constitución. Sin embargo, los autobuses procedentes de los barrios llegaban cargados hasta los topes. En el 33, por ejemplo, los viajeros se apretujaban contra las puertas a su paso por el paseo de Sagasta para intentar dejar espacio a los que se aventuraban a intentar entrar. "Nos llevan como a animales", decía Rosa, una ama de casa que se ha negado a subirse en esas condiciones al autobús y lo ha dejado pasar. El 51 era otra de las líneas más saturadas en torno a las 10.00 de la mañana.


Por la tarde, los paros están programados entre las 20.00 y las 22.00. Este lunes, durante la franja vespertina, los mayores problemas se generaron alrededor de las 20.00, cuando cientos de trabajadores dejaban sus puestos de trabajo en la zona centro para acudir a sus hogares. "Al final nos van a obligar a ir en patinete", ironizaba un usuario que esperaba la llegada del 22 en la plaza de España para ir a Las Fuentes.


Mientras tanto, la huelga avanza sin una solución clara a la espera de que el día 29 los paros se extiendan durante todo el día. Los trabajadores hicieron llegar este lunes a la empresa la nueva propuesta que anunciaron la semana pasada, y que contempla aceptar las condiciones marcadas por el laudo de la Comisión Nacional -congelación salarial hasta 2015- a cambio de que los despedidos entren a formar parte de una bolsa de trabajo que debe quedar vacía para 2016.