Más de 200 científicos y estudiantes de último curso de biotecnología participará en el X Congreso de la Sociedad Española de Cultivo In Vitro de Tejidos Vegetales, que se celebrará en el campus San Francisco de la Universidad de Zaragoza este miércoles y el jueves, 23 y 24 de octubre.

Durante dos días debatirán sobre las últimas técnicas de laboratorio que se aplican en el cultivo de tejidos vegetales y se analizarán los trabajos más recientes sobre estos procesos de investigación.

El presidente del X Congreso, Juan Antonio Marín, ha explicado que Sociedad Española de Cultivo In Vitro de Tejidos Vegetales la integran 150 socios, de los que la mitad estarán en Zaragoza y al Congreso acudirán 95 miembros para discutir los trabajos.

En esta edición se ha abierto la participación a Iberoamérica y al Congreso asistirá la investigadora argentina, Elena Daorden, quien disertará, este jueves, sobre 'Biotecnología y Cultivo de Tejidos Vegetales".

Otro de los ponentes que ha destacado el presidente del Congreso es el representante del Transformation Lab-SAATEN-UNION BIOTEC GmbH (Alemania), José María Ordino, quien informará sobre la "Producción de línea doblehaploides".

La investigadora de la Estación Experimental Aula Dei de Zaragoza, Pilar Vallés, ha subrayado la importancia de que participen estudiantes de biotecnología de toda España y "conozcan de cerca a los profesionales y también a las empresas dedicadas a este tipo de investigación" con la finalidad de "reportar beneficios a toda la sociedad". 

Entre los vegetales que se estudian y cultivan con técnicas in vitro figuran la mayoría de las plantas ornamentales, como las orquídeas o los frutales que se cultivan en viveros antes se han producido con esta técnica de laboratorio.

El 'Plátano de Canarias' también es otro de los productos que los consumidores pueden adquirir y que previamente se han cultivado in vitro, ha relatado Marín.

La embriogénesis es otra de las técnicas que se utilizan para el cultivo de especies forestales y consiste en obtener semillas a partir de células en lugar de los órganos de reproducción de las plantas para luego crecer en un invernadero.

Una de las ventajas es que "permite propagar el cultivo de las células" para avanzar en técnicas de cultivo a todos los niveles, ya que se seleccionan las características de una célula o posibilita reproducir plantas en una habitación en lugar de cultivarlas en el campo donde precisan muchas hectáreas, ha indicado Marín.

Con la técnica in vitro se mejoran cereales como la cebada o el trigo para crear "variedades comerciales que tienen un gran éxito entre los consumidores".

También se aplica esta técnica para la obtención de productos transgénicos porque "permite en estudio en el laboratorio de muchos genes que de otra forma no se puede y así se realizan análisis genéticos y fisiológicos para experimentos controlados frente al uso de métodos tradicionales como una maceta o el campo que están sujetos a la climatología".

Marín ha destacado la importancia de la práctica in vitro porque "es el apoyo para otras técnicas como la transgénica, el cultivo de embriones, protoplastos o raíces" y ha recalcado la "garantiza el transporte seguro de los cultivos y el material es más fácil de difundir masivamente".