Médicos del Mundo

Las mujeres que ejercen la prostitución en Zaragoza se sienten fuera de la sociedad

Un estudio realizado en la capital aragonesa constata la falta de recursos para estas mujeres que son más de 300.

Prostitutas en la carretera de Cogullada
Prostitutas en la carretera de Cogullada
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La mayoría de las mujeres que ejercen la prostitución en Zaragoza, en torno a unas 300, se sienten fuera de la sociedad en la que viven y consideran que, desde la administración, no se desarrollan políticas sociales para su integración, a diferencia de otras Comunidades Autónomas.


Esta es una de las conclusiones del estudio 'El fenómeno de la prostitución en Zaragoza y propuestas de intervención social', realizado por la trabajadora social de Médicos del Mundo, Erika Chueca.


Este diagnóstico sobre la prostitución, realizado en 2013, ha sido presentado este lunes en las 'II Jornadas de Sensibilización y Formación sobre trata de seres humanos con fines de explotación sexual', que ha tenido lugar en la Casa de la Mujer de Zaragoza.


Con motivo del 'Día Internacional contra la explotación sexual y la trata de personas', Chueca ha explicado a los medios de comunicación que el 90% de las 100 mujeres entrevistadas para el estudio sienten "una fuerte presión" por parte de la sociedad, hasta el punto de que se sienten "invisibles" y "fuera del sistema".


Se calcula que hay unas 300 mujeres que ejercen la prostitución en la capital aragonesa, con unos ingresos que rondan entre los 600 euros de media a los 1.500 que pueden alcanzar aquellas que ejercen en clubes o pisos.


"Ellas no sienten que sean parte de nada. Tendemos a meterlas en los pisos o en los clubes, para que no hagan feas nuestras ciudades sin plantearnos por qué están allí, qué les ha llevado a estar ahí y si ellas quieren estar ahí", ha manifestado Chueca.


Desde la Mesa de Prostitución y Trata de Zaragoza, constituida en 2008 por Cáritas Diocesana, CC. OO. y UGT Aragón, al igual que desde Médicos del Mundo, insisten en la necesidad de visibilizar a estas mujeres, con políticas sociales que a día de hoy, han afirmado, no se están aplicando desde las instituciones.


De hecho, los únicos recursos con los que cuentan estas mujeres, que responden a un perfil de unos 33 años de edad y con cargas familiares en sus países de origen, son los que encuentran en organizaciones sociales.


Chueca ha apuntado que desde la administración se llevan a cabo "muy pocas actividades" para conseguir una inserción laboral o normalizar la situación de estas mujeres.


"En otras CC. AA., hay recursos especializados para que acudan, por ejemplo, a revisiones de VIH con personal que sabe que ejercen la prostitución, pero en Zaragoza no", ha puntualizado.


Durante la elaboración del estudio, de enero a junio de 2013, Chueca ha constado que algunas mujeres, que habían ejercido la prostitución en el pasado, han vuelto a ella debido a la crisis económica, como única alternativa para "sacar a su familia adelante".


Por otro lado, desde Fogaral, un centro de Cáritas fundado en 1998 para atender a mujeres sin recursos que ejercen la prostitución, han constatado que, desde 2008, atienden especialmente a mujeres inmigrantes (un 75% frente a un 25%), de Guinea Ecuatorial y República Dominicana.


Tanto si la mujer que acude a la organización desea dejar la prostitución o continuar, Fogaral les ofrece apoyo a distintos niveles, en función de lo que ellas demandan. Suele ser formación, ya que, según ha indicado Marga Jiménez, de Fogaral, son mujeres jóvenes, además de ayudas económicas, orientación para sus hijos o cuestiones sobre la regularización de su situación administrativa.


A Fogaral también llegan casos de explotación y de trata de blancas, aunque muy pocos.


"A nosotras nos llegan cuando ya han dejado de estar dentro del círculo de trata. Han pagado ya la deuda y han salido del círculo, pero lo único que tienen es seguir en la prostitución", ha concluido.