Ciudad de la Justicia

65.000 metros "lejanos y muy mal distribuidos"

Los abogados lamentan que se haya primado el tener grandes espacios públicos mientras se han reducido los metros de las oficinas y salas de trabajo.

Uno de los pasillos de la Ciudad de la Justicia
Uno de los pasillos interiores de la Ciudad de la Justicia
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A la entrada del edificio Fueros de Aragón de la nueva Ciudad de la Justicia unos grandes paneles informativos explican la distribución de cada uno de los juzgados y salas del nuevo espacio. Su lectura es casi obligada para todo aquel que llega al recinto judicial, presidido por un enorme 'hall' de más de 200 metros de longitud por el que se van distribuyendo cada una de las estancias. Sin embargo, según denuncia el Colegio de Abogados de Zaragoza, esta amplitud y comodidad es relativa.


Para este colectivo "la llegada al nuevo recinto ha supuesto una reducción de espacio" en sus zonas de trabajo más habituales, una incomodidad a la que se suma la "lejanía" y la falta de transporte público que presenta el nuevo complejo.


"En las oficinas de los secretarios estamos hacinados. Para cualquier situación, a nada que estemos los dos abogados y los clientes el resultado es muy embarazoso", explica Marta Gil Galindo, miembro de la Junta de Gobierno del Colegio de Abogados de la capital aragonesa, que califica de "ilógica" la distribución del espacio de Ranillas y su "aislamiento del resto de la ciudad".


En su opinión, el complejo judicial, que cuando complete su traslado a finales de octubre acogerá a más de 5.000 personas cada día, "presenta numerosas deficiencias estructurales que ya no van a poder ser corregidas". "Tenemos unos pasillos enormes y unas estancias verdaderamente pequeñas", comenta la letrado, que señala que a la hora de estructurar los edificios no se ha tenido en cuenta algunas de las situaciones más comunes del proceso judicial.


Pese a contar con más de 65.000 metros cuadrados, los letrados critican que sus dependencias y zonas de trabajo se han visto reducidas con respecto a los juzgados del centro de la ciudad, mientras que se han priorizado grandes salas "para macrojuicios", que en Zaragoza son muy poco habituales. "Las salas más habituales están mal pensandas", comenta Gil, que afirma que la semana pasada se llegó a suspender un juicio al que concurrían cuatro partes al considerar el juez que la sala asignada no estaba capacitada para albergar a todos los asistentes.


En concreto, al gremio le molesta el poco espacio destinado a todas las pequeñas estancias que se han instalado al margen del gran pasillo central, entre las que se pueden encontrar la sede del Colegio de Abogados, la sala de fotocopias, el SACE, y numerosos órganos de atención directa donde la privacidad del cliente queda en segundo plano.


No obstante, desde la Consejería de Justicia de la DGA muestran su extrañeza ante estas críticas. "Antes de realizar el traslado, se creó una comisión para preparlo, en la que participaban dos miembros de la junta de Gobierno del Colegio de Abogados. Y no hubo una reunión, sino muchas, con los planos encima de la mesa. Y nunca se dijo nada. Amén de que si comparamos las actuales instalaciones con las de la plaza del Pilar, no hay color".


Recuerdan también desde la DGA que se le han cedido 200 metros cuadrados al Colegio de Abogados y que el presidente de la Abogacía de España, Carlos Carnicer, señaló que estas eran "las mejores instalaciones de Europa".

Sin cambios en la red de transporte


Pero el principal problema al que se enfrentan tanto los trabajadores como los usuarios de la Ciudad de la Justicia es la dificultad para llegar hasta ella. Pese a que el Ayuntamiento defiende que el recinto está comunicado con el circular, la línea 44 de bus y el tranvía, la voz general de todos los que han pasado ya por las nuevas instalaciones es que "está lejos de todo".


Los funcionarios y trabajadores habituales afirman que es difícil llegar desde el centro de la ciudad ya que el tranvía tiene su parada más cerca a medio kilómetro de distancia, mientras que otros servicios como el de Bizi Zaragoza solo presentan estaciones en el otro extremo de la zona de la Expo, lo que supone una caminata posterior de más de 15 minutos.


El Ayuntamiento defendió tras la recolocación de las líneas de bus del pasado mes de agosto la "buena ubicación" de los juzgados, descartando por completo la instalación de una lanzadera que conectara las sedes judiciales con la parada más cerca del tranvía, una solución que ya ha sido demandada por varios colectivos. "Hay que tener en cuenta que mucha gente tiene que venir aquí cada día y no precisamente a trabajar", señalan desde el Colegio de Abogados, haciendo referencia a las personas que mantienen procesos abiertos o que deben acudir en el menor tiempo posible a los recién trasladados juzgados de guardia.