Los trabajadores se hacen oír

Una multitudinaria y ruidosa manifestación se ha apoderado este jueves por la tarde del centro de Zaragoza. A las 19.15 los trabajadores de los autobuses comenzaban a concentrarse en la plaza de Aragón cargados con bocinas, silbatos y petardos para reclamar la readmisión de los 153 despedidos y exigir que se respeten las condiciones laborales fijadas en su convenio colectivo.

Durante los primeros minutos la tensión se apoderó de todos los presentes, cuando los manifestantes decidieron cortar el paso al tranvía y la Policía tuvo que intervenir para apartarlos de las vías. Sin embargo, el resto de la manifestación discurrió sin incidentes hasta la plaza del Pilar, acompañada del ensordecedor ruido de los petardos.

La Policía cifraba los asistentes en unos 400, mientras que el comité de empresa de Autobuses Urbanos de Zaragoza (AUZ) consideraba que se podía contar a más de mil manifestantes. Lo que está claro es que, una vez en la calle de Alfonso, la protesta se prolongaba desde la plaza del Pilar hasta El Coso.

Acuerdo o huelga

Tras la firma de la propuesta presentada por el Ayuntamiento este miércoles, los representantes de los trabajadores se reunirán de nuevo este viernes a las 9.30 con la empresa en el Servicio Aragonés de Mediación y Arbitraje (SAMA) para intentar avanzar en las negociaciones. Si no se alcanza un acuerdo antes del lunes, comenzará una huelga indefinida con paros de tres horas diarias en el servicio de autobuses urbanos de Zaragoza.

En la propuesta del Ayuntamiento figura el compromiso de recolocación de los 125 despedidos forzosos antes del 31 de diciembre de 2015 a cambio de dos años de congelación salarial y de la retirada de todo tipo de expedientes y demandas interpuestas por ambas partes. Además, el Ayuntamiento se compromete a incorporar 500.000 kilómetros a la red a partir del 1 de enero de 2014.

El comité aceptó estas pautas, pero siempre ha dejado bien claro que la decisión final la deben tomar todos los trabajadores, por lo que someterá a referéndum esta propuesta a lo largo de la tarde del viernes. Todo el gremio podrá, por tanto, acudir entre las 04.30 y las 00.30 a cocheras para dar su 'sí' o su 'no'. Si los trabajadores aceptan, el siguiente paso será que lo haga la empresa, y esa sería la única manera de evitar la inminente huelga en el sector.

Trabajadores indecisos

Durante la manifestación, Javier, un trabajador de AUZ anunciaba que su voto sería negativo. La recolocación no le parece suficiente: "Si aceptamos eso significa que aceptamos los 153 despidos y yo no los acepto". A su lado, otro compañero proclamaba los mismos argumentos y acusaba al Ayuntamiento de no mirar por los intereses de los trabajadores: "Solo les interesa evitar la huelga durante las Fiestas del Pilar". Más atrás, Mariano, se mostraba indignado por la falta de respeto mostrada hacia el convenio colectivo: "Si yo me comprometo a hacer una cosa la hago, pues ellos también. Se firmó un convenio, la empresa lo aceptó y ahora deben cumplirlo. No podemos aceptar ese 'descuelgue'".

Sin embargo, José Luis, otro conductor de autobús, aseguraba que este viernes votaría 'sí' al acuerdo porque le parece positivo que haya un compromiso de recolocación para los despedidos. Adrián se mostraba un poco más pesimista, pero también prefiere aceptar porque "no queda otra".

Al terminar la marcha, los manifestantes se congregaron en la plaza del Pilar para leer el manifiesto en defensa de los autobuses como servicio público y para agradecer la asistencia a todos los colectivos que se han solidarizado con la causa de los conductores: sindicatos, asociaciones de vecinos, colectivos de estudiantes, comités de otras empresas afectadas por la reforma laboral y trabajadores de la Empresa Municipal de Transportes de Madrid y Valencia, la Coordinadora Sindical del Transporte y la Intersindical CSC de Cataluña.