Zaragoza

Reencuentro de "campillejos" en Valdefierro

A principios de los años 60, decenas de extremeños de la localidad de Campillo de Llerena emigraron hasta Zaragoza. Hace tres años, el barrio y el pueblo se hermanaron y ahora se reúnen anualmente.

Reencuentro de aragoneses y extremeños en Valdefierro
Reencuentro de ?campillejos? en Valdefierro
M. N.

Un autobús repleto de extremeños ataviados con el traje regional, y procedentes de la Casa de Extremadura de Navarra, llegó el sábado hasta el barrio de Valdefierro. En el Centro Cívico les esperaban autoridades llegadas desde Campillo de Llerena (Badajoz) y el grupo de extremeños que después de haber inmigrado hace décadas hasta Zaragoza, reside todavía hoy en Valdefierro.


El “II Encuentro de Campillejos en Valdefierro” fue el motivo de la fiesta. Hace tres años, la localidad de Campillo de Llerena y el barrio zaragozano se hermanaron y desde el año pasado, sus habitantes se reúnen anualmente para no perder las raíces. En mayo lo hacen en Badajoz y en septiembre en Zaragoza.


“Nunca hemos hecho un censo, pero se podría decir que un tercio de la gente que vive en Valdefierro es extremeña. Además de gente de Campillo, también hay de Hornachos y Maguilla”, explica Juliana Algaba, miembro de la Asociación de Paisanos de Campillo de Llerena en Valdefierro.


La celebración del encuentro arrancó con una misa extremeña que contó con la actuación del grupo Raíces y Brotes de Navarra. Seguidamente, los “campillejos” disfrutaron de un aperitivo y una comida de hermandad en el Centro Cívico del Barrio, revestido con los colores extremeños: verde, blanco y negro.


Con la tarde, llegó el turno de las poesías dedicadas a la tierra extremeña y las actuaciones de los grupos Raíces y Brotes, y del grupo de sevillanas el Giraldillo. Y como no podía ser de otro modo, el himno de Extremadura cerró el encuentro emocionando a los más de 150 “campillejos” y simpatizantes que se reunieron.


Los “Extramaños” de Valdefierro

Isabel Trenado nació en Campillo de Llerena (Extremadura), un pueblo que hoy no supera los 1.000 habitantes. En 1963, unos días antes del Pilar, se trasladó junto a su hermana mediana hasta Madrid. Allí, cogieron un tren hasta Zaragoza. Y tras una larga noche llegaron hasta el barrio de Valdefierro. Isabel tenía 18 años y la ilusión de labrarse un futuro, pero fuera del campo, la única salida que entonces le ofrecía su pueblo. En este barrio zaragozano ya estaba el que hoy es su marido, quien había emigrado un año antes. También las esperaban su abuela y sus tíos. “Yo tardé poco tiempo en empezar a trabajar en una tienda de legumbres y mi hermana en una casa, aunque luego fue costurera”, recuerda Trenado. “Los hombres venían a trabajar en la construcción porque había mucho trabajo”, añade.


Isabel ya lleva 40 años en Zaragoza. Tiene tres hijos y aquí vive “feliz”. En mayo viajó a Campillo con motivo del reencuentro que hicieron allí. “Me encanta volver a reencontrarme con mis raíces, pero no para quedarme”, apunta.


Su caso, es solo uno entre las decenas de extremeños que emigraron a la ciudad a orillas del Ebro en busca de un futuro mejor. Juliana Algaba también emigró en el año 1960 hasta Zaragoza desde Campillo de Llerena. Tras media vida en Valdefierro, hace tres años decidió escribir un libro que llamó “Extramaños”. En él, un grupo de vecinos de Valdefierro con raíces extremeñas y sentimientos maños, cuentan los recuerdos que tienen de su pueblo antes de inmigrar a Zaragoza y cómo han cambiado sus vidas en este tiempo.


“El origen de que hoy estemos aquí es que a finales de los años cincuenta dos familias de Llerena se vinieron hasta este barrio, y nos fueron llamando”, explica Juliana. “Como allí no teníamos nada nos vinimos, fuimos alquilando parcelas en Valdefierro y con el tiempo y después de mucho trabajo, hoy todos tenemos nuestras casas y nuestras familias”, añade.


En noviembre de 2006 constituyeron la Asociación de Paisanos de Campillo de Llerena de Valdefierro. Ahora son 90 socios “pero tenemos muchos simpatizantes en el barrio y en Las Fuentes, que allí también hay extramaños”, apuntan.