La Universidad de Zaragoza y los colegios mayores se unen contra las novatadas

Zaragoza. La Universidad de Zaragoza, en representación de los colegios mayores de Aragón, ha firmado junto a otras instituciones académicas de toda España un manifiesto contra las novatadas. El documento, perteneciente al proyecto ‘No-vatadas: comprender para actuar’, fue ideado por el Consejo de Colegios Mayores Universitarios de España y se hará público el jueves en Madrid.

El objetivo es erradicar este tipo de acciones. En este sentido, el vicerrector de Estudiantes de la Universidad de Zaragoza, aseguró el martes que «ya era momento de posicionarse y denunciar estos actos». La guía describe este fenómeno y asienta las bases de posibles iniciativas y acciones orientadas a su eliminación total. De forma paralela, los centros y las instituciones estudiarán la posibilidad de adoptar medidas disciplinarias y sancionadoras en los casos que fuera necesario.

En el texto se expone que los colegios mayores «han de distinguirse por su esfuerzo, madurez, inquietud cultural, altruismo y comportamiento solidario», de modo que «mofarse, humillar, insultar o maltratar al otro queda terminantemente prohibido». Se dice, además, que este tipo de coacciones físicas y psicológicas «rompen el principio de igualdad y condicionan la vida colegial de los estudiantes». «Las novatadas se enmarcan en un contexto de clandestinidad. Existe una ley del silencio, ya que apenas se registran denuncias por el miedo de los jóvenes a ser excluidos o marginados», expone el Consejo de Colegios Mayores Universitarios de España. Por ello, piden que «la integración de los nuevos alumnos se produzca sin necesidad de llevar a cabo este tipo de rituales de iniciación» lo que, opinan, «mejoraría la calidad de las relaciones humanas entre los colegios».

Tolerancia cero

Las novatadas del Colegio Mayor Ramón Acín (Huesca) difundidas por internet en 2007 o las del Pedro Cerbuna en Zaragoza, hace más de una década, fueron algunas de las más sonadas en la Comunidad. Desde entonces, los centros muestran una «tolerancia cero» contra ellas. «Hay gente que ha sufrido mucho, aunque ya no se hacen tantas», confirmó la gobernanta del Colegio Mayor Cardenal Xavierre, Rosa Sumelzo.