Zaragoza

César Augusto vuelve a brillar

Mientras la estatua del emperador ha pasado por el salón belleza, la Asociación de Vecinos Lanuza-Casco Viejo se queja del mal estado del pavimento del entorno y pide que no se permita el paso de coches por ahí.

Estatua de César Augusto tras su limpieza.
El César Augusto vuelve a brillar
MERCEDES NAVARRO

Aunque Zaragoza descansa ligeramente en verano del trasiego del resto del año, se podría decir que para la estatua del César Augusto que custodia la avenida que lleva su nombre, la época estival ha sido de todo menos tranquila.


El último sobresalto que se ha llevado el emperador fue la semana pasada, cuando amaneció entre una masa de andamios con motivo de los trabajos de limpieza en la capa superficial, que el servicio de Patrimonio Cultural del Ayuntamiento de Zaragoza ha realizado durante los últimos días. Esta acción, que estaba pensada para cuando terminan las obras del tranvía, finalmente se demoró unos meses. Sin embargo, aunque se esperaba que la limpieza se realizara durante diez días, los trabajos han acabado antes y el César Augusto ya luce su nuevo “lavado de cara” mientras espera la tranquilidad.


Y es que a la imagen del Augusto de Prima Porta le ha pasado de todo en los últimos meses. A principios de julio voló en el aire por los aires con la ayuda de algunos arneses y una grúa para ser movido a 6,5 metros de donde se encontraba, cambiando así ligeramente su ubicación. En ese pequeño cambio de lugar, también se erigió 1,8 metros más de lo habitual sobre un bloque de piedra de Calatorao con una confusión entre dos letras de su inscripción, y el error tuvo que ser subsanado al día siguiente por los escultores. Y, meses antes, los arcos que custodiaban sus espaldas también fueron derribados con el proyecto de reforma impulsado en el entorno de las mismas, con motivo de la llegada del tranvía.


Quejas contra el uso excesivo de los coches en el barrio de San Pablo


Y mientras la estatua ha pasado por el taller de “chapa y pintura” para embellecer su imagen, la Asociación de Vecinos Lanuza-Casco Viejo, se queja del mal estado del pavimento de las calles, como es el caso de la Murallas Romanas, a causa del aumento de la circulación que ha sufrido, en general, todo el barrio de San Pablo, desde la puesta en funcionamiento del tranvía. “Hay muchos conductores que no asumen que el Casco Histórico es una plataforma de preferencia peatonal y pasan por aquí constantemente. Lo mismo ocurre con el reparto a los comercios, que tienen horario regulado, pero lo realizan a cualquier hora del día”, explican desde esta asociación de vecinos en un comunicado enviado recientemente al Ayuntamiento de Zaragoza.


“Si los usuarios de los autobuses se han tenido que acostumbrar a la nueva organización, los coches también deberían de respetar la señales que hay a las entradas y salidas de todas la calles de barrio. Y lo que no se puede permitir es que al lado de las murallas haya siempre coches mal estacionados”, critica el presidente de la Asociación de Vecinos Lanuza-Casco Viejo, Javier Rodríguez.


Al parecer, como consecuencia de este aumento del flujo de coches en la zona, el pavimento de las calles se ha deteriorado, causando algunos problemas al paso de los peatones. “El colmo ha sido ver el estado de la calle Murallas Romanas, justo unos meses después de su rehabilitación, llena de grasa de coche y vehículos estacionados junto a las murallas que obligan a los peatones a cambiarse de acera o ir por la parte de circulación de los vehículos”, añaden en su comunicado. Asimismo, en él también solicitan que se coloquen pivotes retráctiles en las entradas del barrio de San Pablo para evitar estas actuaciones.


Por su parte, el consistorio apunta que los coches “pasan por donde tienen que pasar” ya que, según el Plan General de Tráfico, esta vía en concreto es semipeatonal y tanto vehículos como peatones, tienen derecho a utilizarla y que por el momento, “no tomarán ninguna medida al respecto”.