Protección de animales

Lucio encuentra un nuevo hogar

La vida sigue para el perro que fue lanzado al Ebro con las patas atadas. Sergio Romera, director del Centro Municipal de Protección Animal y veterano adiestrador canino, se hace cargo de él.

Lucio, el pasado lunes tras pasar por el Hospital Veterinario
Lucio encuentra un nuevo hogar
EFE

Lucio, el perro que fue rescatado tras haber sido lanzado al río Ebro con las patas atadas con bridas industriales, evoluciona favorablemente según las declaraciones de Sergio Romera, director del Centro Municipal de Protección Animal y veterano adiestrador canino. Romera recibió ayer en las instalaciones situadas en Peñaflor al concejal de IU Raúl Ariza, y habló junto a Laura Montón, veterinaria del centro, acerca de las novedades en el estado de físico y psicológico del perro.


El valiente perro muestra notables signos de mejoría desde que fuera encontrado hace una semana por dos jóvenes que hacían kayak mientras se agarraba a duras penas a unas rocas con la mitad del cuerpo sumergido, a la altura del embarcadero de Utebo. Estaba lleno de heridas, deshidratado y con las patas completamente raspadas, sin pelo y con la piel enrojecida; presentaba una úlcera en el hocico y artrosis en la columna.


«Ha salido muy bien del hospital veterinario», afirmó Romera al ser preguntado, «y va a comenzar en breves con una recuperación psicológica», continuó. La mejoría progresiva es esperanzadora, pero todavía hay mucho por hacer. Las heridas de las patas de Lucio, causadas por las bridas, son muy profundas y tardarán en sanar; además, lo que preocupa más a los veterinarios es la ceguera del perro, provocada por el glaucoma y por una uveítis (inflamación de una lámina ocular junto a la retina). Desde el Hospital Veterinario determinaron que el perro más que probablemente era ciego con anteriorad a su abandono en el río y que, según parece, es irreversible.


Debido a la masiva repercusión de la noticia, publicada por HERALDO, y del profundo impacto en la sociedad que ha supuesto, muchos han sido los que se han ofrecido a adoptar al perro y ofrecerle un hogar. Al centro que dirige Sergio Romera han llegado cientos de llamadas desde todos los rincones de España e incluso desde México. Pero el director, aunque se mostró agradecido ante la muestra de concienciación social, tiene pensado un futuro diferente para Lucio: «Voy a ser yo quién se encargue personalmente de él», sentenció.


La explicación es que en un caso como el suyo son necesarios tratos especiales y los cuidados de un adiestrador canino, por lo que lo mejor para él es que se haga cargo un profesional. «Necesita que se le haga entender que no ha de temer a los humanos y ha de acostumbrarse a esta nueva vida», explicó Romera, quien tiene al can en su casa y declaró que no se le traería de vuelta al centro hasta que esté totalmente recuperado.


Lucio continúa mostrando mucho miedo tras la experiencia traumática, pero con la terapia adecuada y manteniéndolo en el exterior el director considera que poco a poco retomará la confianza y volverá a la normalidad. Por lo pronto, ha encontrado un nuevo hogar.


El Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) continúa con las labores de investigación para hallar al antiguo dueño del joven perro (que por la dentadura no debe tener más de un año y medio) ya que existen indicios de delito. Hasta ahora no se ha encontrado pista alguna que aclare quién pudo tirarlo al río, pero según Romera y Monzón la hipótesis principal es que la ceguera del animal fue la que pudo provocar que se desprendieran de él. El Código Penal castiga el maltrato animal con hasta un año de prisión.