Los vecinos de la zona ya están cansados. Llevan casi cuatro meses esperando y la solución no llega. El paseo de Tierno Galván, que discurre junto al Canal, se quedó sin luz a la altura de las calles de Valladolid y de Emilio Pérez Vidal, en el barrio de La Paz. La culpa, de un robo de cobre. Desde entonces, cuando cae el día la oscuridad es casi absoluta. Así, pocos son los que pasan por allí a última hora del día o a primera de la mañana, cuando aún no luce el sol.

«Da miedo», comenta Asun Caballero, vecina de la calle de Pérez Vidal. Ella sale de casa a las 5 de la mañana para ir hasta la parada del autobús para ir a trabajar, y desde que no hay luz en el Canal tiene que dar un rodeo. «Solo hay luz en una acera, en la de la guardería del Ayuntamiento. Menos mal que puedo ir por la trasera, que tiene luz, que si no...», explica. Asun cuenta que llevan así «desde antes del verano», y admite que para los vecinos «es un problema». «No me atrevo a pasar por ahí que está oscura, es imposible», añade.

La zona afectada son varios cientos de metros cuadrados del paseo de Tierno Galván, en la parte más cercana al Canal Imperial. Incluso algunas calles perpendiculares, en la zona más cercana a la avería, tampoco tienen luz. Desde el Ayuntamiento de Zaragoza señalan que en este tipo de afecciones por robo de cable, al tirar del tendido en ocasiones se ve afectado un gran número de farolas, como es el caso.

En el Consistorio señalaron que en estos apagones se valora primero la incidencia que tiene la avería, es decir, a cuántas personas afecta. Se priorizan las reparaciones en las zonas más pobladas frente a, por ejemplo, las que se producen en carreteras o rondas de circunvalación –en las que basta con las luces de los vehículos–. Además, se tiene en cuenta si la zona que sufre el apagón tiene equipamientos cerca o si está previsto que se realicen actos públicos en las inmediaciones.

Costoso, pero a la baja

El robo de cable ha hecho mucho daño en muchas localidades en los últimos años, y la capital aragonesa no se ha escapado. Sin embargo, esta práctica delictiva afortunadamente ha ido a menos en Zaragoza. Si en 2010 el Ayuntamiento detectó unas 70 sustracciones de cable de las arquetas de la capital, al año siguiente se redujeron a ‘solo’ una veintena. Sin embargo, su reposición costó a las arcas municipales 280.000 euros. El año pasado, según señalaron fuentes de Infraestructuras, continuó esta tendencia a la baja.

En los últimos tiempos el Consistorio ha tenido que actuar varias veces precisamente cerca de la zona de La Paz afectada. Un robo de cable afectó a las calles ubicadas entre el parque de La Paz y la calle de Levante. En otra ocasión, los ladrones levantaron las arquetas y se vio afectada la Ronda Hispanidad, junto al barranco de la Muerte y el Cuarto Cinturón.