"No nos pagan y nos está costando dinero ir a trabajar"

Los casi 60 trabajadores que quedan en la planta de TB-Solutions en Zaragoza se sienten "secuestrados" laboralmente. Más de la mitad lleva cuatro meses seguidos sin cobrar mientras que el resto recibió la paga de mayo, pero ni la de abril ni la de junio ni, ahora, la de julio. Tampoco han visto las pagas de Navidad y verano.

Llevan cuatro meses yendo a trabajar gratis y, además, gastando en la gasolina que consumen para llegar hasta la sede de la empresa en el polígono de Plaza.

Una jefa de proyecto de 35 años es una de las afectadas. Su marido está en el paro desde enero y tiene una hija pequeña. Reconoce que hasta ahora han podido vivir de sus ahorros pero que ven acercarse el día en el que estos se terminen: "La situación es muy complicada, se lleva fatal. No son conscientes de cómo lo podemos estar pasando sus empleados y no se hacen responsables de nuestras situaciones", critica enfadada.

Un analista de 30 años de la misma empresa se alegra, ahora más que nunca, de no tener cargas familiares: "He podido sobrevivir tirando de ahorros pero tengo que pagar el alquiler y si esto sigue así tendré que recurrir a mi familia", predice mientras asegura que, "por supuesto", lleva tiempo enviando currículums.

No pueden dejarlo

Dejar el puesto sin haber encontrado otro trabajo implicaría perder el derecho a cobrar la prestación por desempleo y también cualquier posible indemnización. Por eso, los trabajadores hablan de 'secuestro'.

Ni los empleados ni los sindicatos se muestran optimistas sobre la situación financiera de la empresa y piensan que está abocada al cierre. Por eso, piden que se agilice el proceso y que la dirección tome una decisión cuanto antes para, al menos, poder acceder a las indemnizaciónes del Fondo de Garantía Social (Fogasa), organismo que avala el pago a los trabajadores cuyas empresas son insolventes o se encuentran en concurso de acreedores.

TB-Solutions se declaró en preconcurso el pasado 3 de junio y la plantilla pide que se presente el concurso de acreedores ya "para poder acelerar lo máximo posible la marcha de los trabajadores", informan desde UGT. Sin embargo, aseguran que la empresa "ni da la cara, ni informa, ni tranquiliza a sus empleados". "Se han olvidado de nosotros", lamenta la jefa de proyecto.

José Romero, representante de UGT, comprende que para la empresa sea "muy agobiante" la falta de liquidez unida a las deudas, pero insiste en que la plantilla necesita saber lo que va a pasar con su futuro: "No nos vamos a pegar siete meses trabajando sin cobrar", sentencia.

Huelga indefinida

Por eso, los empleados aprobaron la semana pasada, con 41 votos a favor y una abstención, otra huelga indefinida que comenzará este jueves 1 de agosto, después de que la anterior se desconvocase cuando la empresa presentó un calendario de pagos que al final no cumplió. "No queremos llamar la atención, lo que queremos es no seguir yendo cada día sin cobrar. Es que nos está costando dinero ir a trabajar y eso no es sostenible", justifica Santiago Abadía, miembro del comité.

Además de la huelga, la mayor parte de los trabajadores ha optado por demandar, de forma individual, el impago de las nóminas adeudadas y presentar una demanda de extinción de contrato: "Es la única forma de conseguir el dinero que nos deben. Sabemos que a través de la empresa va a ser muy complicado, pero al menos tendremos ese reconocimiento de deuda por parte del juzgado", aclara un trabajador afectado con la esperanza de que les 'liberen' cuanto antes.