Aragón

El tráfico en las autopistas aragonesas cae a niveles de principios de siglo

El tránsito medio de vehículos en los primeros meses del año ha descendido un 12,5% en la AP-2 y un 9,35% en la AP-68. El precio ascendente de los peajes y de la gasolina reducen al mínimo el tráfico en estas vías.

Un camión accede a un peaje en Aragón.
Un camión accede a un peaje en Aragón.
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Cada vez menos coches transitan las autopistas españolas. Solo un puñado de las grandes vías de la red de carreteras del Estado se salvan del vertiginoso descenso en el número de usuarios, un dato que no ha dejado de caer durante la actual recesión económica. A lo largo de los cinco primeros meses del año (último dato disponible), el tráfico de las autopistas ha registrado un descenso medio del 8,91% respecto al mismo período del año pasado.


Las dos autopistas de peaje que atraviesan la Comunidad aragonesa no son ajenas a esta situación. La AP-2, que conecta Zaragoza con el Mediterráneo, ha perdido un 12,50% de tráfico si se compara el tránsito medio diario de vehículos entre enero y mayo de este año (7.776) y el del curso anterior (8.877).


Algo menor, aunque también muy importante, ha sido la disminución de coches y camiones en la AP-68, que une la capital aragonesa con Bilbao. En el arranque del año arroja una media de 10.030 vehículos al día, mientras que en el mismo período de 2012 la cifra ascendía a 11.058. Esto se traduce en una variación a la baja del 9,35%.


Únicamente el mes de marzo dio un respiro mínimo a las dos vías aragonesas. Los registros de ambas fueron positivos: un 6,01% más de tráfico respecto al mismo mes del año anterior, en el caso de la autopista mediterránea, y del 0,21% en la vasco-aragonesa.


Esta tendencia está marcada por dos factores muy relacionados con la coyuntura económica actual: el aumento en el precio de los peajes (alrededor de un 8% en el último año, a pesar de las bonificaciones autonómicas) y el coste que supone llenar de combustible el depósito. El decreciente poder adquisitvo de las familias acarrea un menor nivel de consumo, un factor que también afecta a las autopistas.


El gasto en carburantes en la Comunidad se ha desplomado en el último lustro. La escalada de precios que vive el mercado ha provocado una reducción de las ventas del 18% en este periodo. O lo que es lo mismo: en 2012 se dispensaron 300.000 toneladas menos que en 2008.


Niveles mínimos


Los últimos datos de las vías rápidas aragonesas marcan un nuevo récord negativo, registrando datos similares a los de principios de siglo. En el año 2000, por la AP-68 circularon una media de 10.623 vehículos cada día. En 2012 lo hicieron 10.176. Más notable ha sido la caida en la AP-2, donde el tránsito actual (11.842) es inferior al de 1990, año en que 12.127 conductores hicieron uso de la vía.