Un corto viaje para la estatua de César Augusto

El traslado de la estatua de César Augusto en el entorno de las murallas ha tenido lugar este martes. La escultura, uno de los símbolos más reconocibles de Zaragoza, se ha desplazado tan solo unos metros de su ubicación actual.

El proyecto inicial para su traslado se presentó en noviembre de 2012 con un presupuesto de unos 700.000 euros, y era asumido por la empresa adjudicataria de las obras del tranvía. El objetivo era aprovechar la llegada del tranvía al entorno de las Murallas Romanas para mejorar la escena urbana, y para esto, se decidió demoler los arcos que recordaban a la antigua puerta de Toledo para favorecer el paso de los viandantes.

Tras la demolición de los arcos una encuesta popular a través de internet se opuso al traslado de la estatua a la calle de Alfonso I, los vecinos de la zona llegaron a empadronar simbólicamente la escultura del fundador de la ciudad para evitar la mudanza.

Debido al rechazo de los zaragozanos finalmente se decidió mover la estatua unos metros más atrás de su ubicación anterior para centrarla en el entorno de la remodelación y colocarla en un nuevo pedestal más alto, para realzarla. Este soporte, ya instalado, es un bloque de piedra de Calatorao, como informó la edición impresa de HERALDO DE ARAGÓN, con un acabado apomazado (pulido para evitar brillos), en el que se lee la inscripción 'Caesari Augusto Cáesar Augusta' que significa de 'De César Augusto a Cesaraugusta".

La pieza ha sido instalada en su lugar definitivo este martes por la tarde y fuentes del Ayuntamiento aseguran que tendrá que pasar por una pequeña "limpieza y restauración".

El proyecto prevé también reubicar la popular rana en un nuevo banco de granito, convertida en una fuente de agua potable, así como reformar el acceso a la iglesia de San Juan de los Panetes para eliminar los muros y habilitar un graderío.