Verano

¡Ay, qué calor!

Por la mañana la ribera era la protagonista. Familias completas en bici recorrían de arriba a abajo el río mientras otros se refrescaban en las fuentes.

Calor
Zaragoza afronta la primera ola de calor del verano_3
TONI GALáN/A PHOTO AGENCY

Zaragoza afrontaba este fin de semana las consecuencias de la primera ola de calor del verano. Con temperaturas que han llegado a superar los 40 grados, los zaragozanos sabían muy bien a qué horas esconderse tras las paredes de sus casas. A las 17.00, el paseo de la Independencia estaba todavía totalmente vacío, una imagen más propia de agosto que de comienzos de julio.


Por la mañana, la ribera era la protagonista. Familias completas recorrían de arriba a abajo el río Ebro en bicicletas de todos los tamaños. La bici grande del padre en polo, bermudas y gafas de sol encabezaba todas las comitivas. La miniatura con ruedines del renqueante pequeño de la casa ralentizaba las excursiones de domingo bajo un sol abrasador. Para compensar, las fuentes, las grandes amigas del verano.


En la avenida de Ranillas casi una decena de niños jugaba con los chorros de agua que brotaban del suelo. En bañador o en ropa interior, da igual en un día de calor. Observando el panorama, los padres -guardianes de las bicis en la sombra-, y mujeres de mediana edad dispuestas a tostarse al sol en mitad de la ciudad.


"Aprovechamos los domingos para hacer excursiones juntos pero con este calor nos hemos tenido que parar y dejarle jugar en la fuente porque el pequeño ya no aguantaba más", señalaba José Luis, sentado bajo la sombra de un árbol junto a su mujer.


En las playas, los bañistas se camuflaban bajo los toldos mientras los chavales se aventuraban a probar suerte al voleibol. "¿Por qué no podemos bañarnos nosotros?", suplicaba enfurruñada una niña, agotada, mientras peleaba cada pedalada en el Parque del Agua Luis Buñuel. "Porque hemos salido a montar en bici", sentenciaba tajante la madre ante su frustrada hija.


Bien distinto se sucedía el día para los barrenderos de la ciudad, que a las 16.30 recorrían en solitario las céntricas calles de Zaragoza, a 39 grados. "¿Cómo lo llevas?" "Esto es horroroso pero qué se le va a hacer", respondía uno de ellos junto a la Puerta del Carmen, con un moreno en aumento.


Para este lunes la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) anuncia una ligerísima bajada de temperaturas, lo que supone un pequeño alivio. Las temperaturas máximas rondarán los 36 grados y las mínimas los 21. El viento soplará flojo por la mañana, con intervalos de intensidad moderada durante la segunda mitad del día.