Obras

La reforma del entorno de las Murallas se atasca a las puertas de San Juan de los Panetes

Los vecinos preguntan en la junta de distrito por qué no avanza una obra que debería haberse acabado hace meses.El diseño de la nueva escalinata está pendiente de la autorización de Patrimonio.

Las losas para la nueva pavimentación llevan semanas aguardando en la plaza
La reforma del entorno de las Murallas se atasca a las puertas de San Juan de los Panetes
ASIER ALCORTA

Zaragoza. Se presentó en noviembre de 2012 y se dijo que los trabajos comenzarían en enero. La reforma del entorno de las Murallas Romanas se preveía acabar en tres meses. No obstante, un cambio de planes retrasó el derribo de los arcos del Mercado hasta abril y, desde entonces, apenas se han visto avances. Los Tranvías de Zaragoza, responsables de la obra, explicaron ayer que se continúa «con los remates de la primera fase» y que, aunque ya se tiene el permito consistorial para actuar, están «a la espera de recibir la autorización de la comisión provincial de Patrimonio para poder actuar en la escalinata de San Juan de los Panetes».


No es este el primer ‘desencuentro’ entre la obra tranviaria –o sus derivados– y Patrimonio del Gobierno de Aragón, después de que en agosto de 2011 se tuviera que rediseñar la fuente de Paraíso y, también, de que saltara la polémica hace apenas dos meses cuando trascendió que el gran arco de mármol junto al Mercado Central se había derribado sin que ningún técnico solicitase la correspondiente autorización para llevar a cabo las labores de control y seguimiento arqueológico.

Lentitud y dudas

Hace semanas que el pavimento elegido para reformar la plaza se amontona a las puertas de San Juan de los Panetes, lo que ha generado no pocas dudas entre los vecinos del Casco y en la propia parroquia. No obstante, aún no se ha podido ver el enlosado de la futura escalinata –que tendrá un acabado de piedra caliza– y que se desplegará «con cierta forma de abanico», apuntan Los Tranvías, dejando entrever que quizá es este diseño el que pueda causar recelos en Patrimonio.


«Los trabajos van muy despacio en todo el entorno de las Murallas, pero se paralizan de forma abrupta al llegar a la plaza», comentan los vecinos, que dirigirán una pregunta en la junta de distrito sobre la elección de materiales y el grado de ejecución de las obras. Desde la parroquia, apuntan que «hace tiempo que vallaron una parte de la plaza, pero en esta zona no trabaja nadie».


«Creíamos que la obra estaría concluida para las procesiones de Semana Santa y estábamos preocupados porque tenemos que colocar una rampa de 16 metros para sacar a la Virgen, pero todo se fue retrasando», explican. En la iglesia temen que la obra –que les arrebatará los dos miradores de la entrada– se retrase aún más, «si dejan de trabajar en verano y, luego, llega septiembre y, después, el Pilar, cuando será imposible que entre maquinaria a la plaza». No obstante, Los Tranvías confían tener el permiso para actuar a mediados del mes que viene y, entonces, acelerar los trabajos para concluir durante el verano.


Aunque en un principio se argumentó que se esperaba a intervenir porque ésta es época de bodas, «en realidad, en San Juan de los Panetes no se celebran tantas ceremonias». Francisco Javier Rodríguez, presidente de la asociación de vecinos Lanuza-Casco Viejo, se muestra extrañado por cómo se han ralentizado y apunta que «nos parecía innecesario y superfluo gastarse cientos de miles de euros en derribar los arcos del Mercado y, sin embargo, la reforma de la escalinata sí la creemos interesante, sobre todo, porque incluye una rampa para personas con movilidad reducida», explica Rodríguez.


En el resto, la reforma –encargada a Idom y valorada en unos 300.000 euros– avanza despacio, aunque sí que se ven pequeños progresos en las calles de Salduba y en el vial de las Murallas. Así, se ha plantado una nueva hilera de árboles y se han rebajado las aceras para que todo quede a la misma cota. La calzada y los espacios para peatones están a la misma altura, sin desniveles, en lo que era una de las prioridades del arquitecto Fernando Lorén para «garantizar la accesibilidad entre la parada del tranvía y la plaza del Pilar».


Con el embaldosado, además, se ha marcado la huella de por dónde transcurría parte de la estructura defensiva perdida. Otros detalles que anunciaron –junto a varias recreaciones– durante la presentación de la reforma que aspira a revitalizar este espacio aún parecen lejanos. Por ejemplo, en uno de los laterales de San Juan de los Panetes se dijo que se instalaría un memorial del atentado de 1987. Además, el proyecto proponía reordenar muchas de las farolas e instalar algunas luminarias empotradas en el suelo. Incluso se propuso en su día que la torcida torre de la iglesia albergara iluminación en su interior. Eso sí, el motivo por el que en las infografías la Fuente de la Hispanidad aparece traslúcida sigue siendo un misterio