Pocas chocolatinas habrán tenido tanta publicidad como la que ha conseguido Huesitos en las últimas semanas. Jotas, vídeos, ser uno de los temas más comentados en Twitter, fotos con Guardiola, y sobretodo, el apoyo de un pueblo empeñado en mantener una fábrica que lleva siglo y medio con ellos.

Desde que en 1862 la familia Hueso abriera su fábrica de dulces en Ateca la población zaragozana no ha dejado de oler a chocolate. Casi 15 generaciones viendo como aquella empresa daba nombre y trabajo al pueblo, hasta que el pasado 25 de abril la multinacional Mondelez decidiera cerrar con sabor amargo la historia de Ateca con el chocolate.

A partir de ese día, todos los atecanos se convirtieron en parte de esos 107 a los que el cierre dejaba sin trabajo.

"Ya no solo es que Ateca se haya volcado con la fábrica, toda la comarca se ha unido" afirma Ignacio Sánchez de UGT, Presidente del comité de empresa, que confiesa que todas las iniciativas "y la originalidad de estas" han ido más allá de cualquier expectativa.

El anuncio del cierre ha convertido Ateca en un hervidero de acciones sociales y actos reivindicativos marcados por la originalidad. Ayuntamiento y comité se han unido para promover comidas reivindicativas, sueltas de globos, y marchas que buscaban dar eco a la voz de los trabajadores de la planta, que produce la conocida chocolatina morada desde que Francisco Unzurrunzaga la creara en 1975, antes de que la fábrica fuera comprada por varios holdings internacionales hasta llegar a Mondelez.

Huesitos por el mundo

Y es que a lo largo de mayo y lo que llevamos de junio el nombre del pueblo y el futuro de su fábrica ha llegado hasta el Congreso, ha sido trending topic en twitter, ha alumbrado los últimos goles del Zaragoza en Primera División, y hasta ha despedido a Guardiola antes de viajar hacia Alemania.

Entre todas las propuestas que han conseguido llamar la atención de las más de 40.000 personas que ya han apoyado con su firma la continuidad de la planta, destaca la de 'Huesitos Viajeros', que ha llevado a la mítica chocolatina a sitios tan distintos como Nueva York o Gabón.

"Nos llegan apoyos de gente que en la vida ha estado en Ateca, y que seguramente nunca estará" afirma ilusionado Sánchez, que cree que este apoyo social ha sido "fundamental" para que la fábrica siga teniendo las opciones que tiene quedarse en el pueblo.

"Estas acciones surgen de todo el mundo, como si fuera una marea", afirma el presidente del comité, que no acaba de dar crédito a algunas acciones que ha provocado la posibilidad del cierre de Mondelez. Especialmente las que resultan más desinteresadas "como los camioneros que llegan a descargar a la fábrica una vez al mes y bajan con cinco folios llenos de firmas que ellos mismos se han preocupado de recaudar".

Pendientes de una oferta

Pero todo el empuje que ha mostrado la comarca para mantener la fábrica en su sitio depende ahora de una oferta que evite que Mondelez traslade la producción a Polonia y a otras plantas españolas.

"El tema se está moviendo con muchísimo secretismo por parte de la empresa, entendemos que hay muchos intereses por medio, pero no nos han dicho ni el número de empresas interesadas" explica Sofia Millán, representante de CC.OO. en el comité, que pese a todo valora como positivos los últimos movimientos que ha dado la situación.

"La espera y la calma con la que se están llevando a cabo las negociaciones parecen indicar que hay una oferta viable detrás" cuenta Millán, que entiende que la fábrica puede seguir funcionando dado que en "ningún momento se ha dejado de producir en ella".

En dos semanas finalizará el plazo requerido por Mondelez para valorar las nuevas ofertas que han llegado por la fábrica. Fecha crítica que, sin embargo, el comité de empresa confía en que se resuelva a favor de un pueblo que ha demostrado de sobra saber "cuidar lo que es suyo".