Zaragoza

Vecinos y ciclistas discrepan de la utilidad del carril bici de la calle Miguel Servet de Zaragoza

El nuevo vial, que une la calle de Minas con el Tercer Cinturón, se abrió hace tan solo dos semanas.

Uno de los carriles bici de Zaragoza
Vecinos y ciclistas discrepan de la utilidad del carril bici de Miguel Servet
T. M.

Los nuevos 1.000 metros de carril bici que han unido la vía ciclista ya existente anteriormente hasta la calle de Minas con el Tercer Cinturón están dando mucho de qué hablar entre los residentes de la zona. Vecinos que tan solo quince días después de la inauguración del trayecto ya han mostrado su malestar. “Lo que han hecho en esta calle –Miguel Servet-, no tiene ningún sentido. Es una de las salidas de la ciudad en la que ahora prevalece el tránsito de bicicletas, cuando la prioridad deberían ser los vehículos, como siempre lo ha sido”, comenta José Antonio Ruiz, vecino de la calle de Francisco de Quevedo. “Han quitado un carril de circulación en cada sentido, lo que supone retenciones de coches cada vez que el autobús que hace la ruta por Miguel Servet –la línea 38- tiene que parar o cuando lo coches entran en un garaje”, comenta el zaragozano.


A Joaquín Martín, vecino de la calle de Sol, lo que más le preocupa “es que ahora, para cruzar ya no solo basta con comprobar que el semáforo está verde para peatones. También tenemos que mirar si vienen bicicletas”. “Lo mismo ocurre cuando vas a coger el autobús, porque además de que nos han cambiado la ubicación de las paradas, que llevaban años en el mismo sitio, para subir al mismo tienes que cruzar el carril bici. Por aquí vive mucha gente mayor y los despistes con la edad aumentan. Esperemos que no pase ningún incidente”, comenta el jubilado.


“Más les valdría haber invertido lo que se han gastado en adecentar las aceras y la calzada, que están que dan pena. Cuando hicieron el carril bici del primer tramo de Miguel Servet, también adecentaron la calle. En cambio ahora no. Si no hay dinero para unas cosas, tampoco debería haberlo para otras”, opina María Teresa Y., vecina de San Joaquín.Cambios en los giros

Otra de las cuestiones que también han generado “malestar” entre los residentes de la zona son los giros hacia alguna de las calles. “Es cierto que han abierto el que hay hacia Diego de Espés, pero otros, en cambio, los han variado. Para quienes vivimos por aquí es un poco caótico. Será cuestión de tiempo, pero no entiendo cómo una calle tan transitada por vehículos se ha convertido en una vía de preferencia absoluta para los ciclistas”, apunta Gonzalo López, que reside en Tomás Higuera.


Una opinión que “para nada” comparten los usuarios de la nueva vía ciclista. Beatriz Longás, es una de ella. Esta estudiante de segundo curso de Veterinaria está “encantada” con el carril. “Cada vez hay más gente que utiliza la bicicleta como medio de transporte. En la facultad somos muchos lo que lo hacemos, así que para nosotros el nuevo vial es una acierto”, dice la joven. Algo que también cree Mario Rodríguez, vecino de Las Fuentes. “Trabajo cerca de La Romareda y poder ir en bicicleta casi desde la puerta de mi casa hasta el trabajo, pasando por el Tercer Cinturón, es una maravilla. Ahora solo falta que nos acerquen una estación Bizi”, apunta el zaragozano, que reside en la calle de Doctor Iranzo.


Para quien también ha sido “un acierto” la construcción de esta nueva vía es para el colectivo Pedalea. “Se trata de una actuación muy demandada desde hace años con la que se ha conseguido unir los tres campus universitarios de la ciudad”. “Es una obra de bajo presupuesto con un diseño correcto incluso en la semaforización, que también favorece al ciclista, y que permite, igualmente, que las bicicletas de carretera puedan circular para coger la salida de la ciudad hacia la carretera de Castellón”, comenta Perico Ruiz, miembro de Pedalea. “A nosotros nos parece una intervención muy acertada”, concluye Ruiz.