Zaragoza

La CHE inicia la restauración de la Fuente de los Incrédulos

La fuente recibió este nombre de Ramón Pignatelli al finalizar la construcción del Canal Imperial en referencia a los opositores a la obra.

La Fuente de los Incrédulos
La Fuente de los Incrédulos
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La Confederación Hidrográfica del Ebro ha iniciado este miércoles los trabajos para la restauración y puesta en funcionamiento de la Fuente de los Incrédulos, en el Canal Imperial de Aragón a su paso por la ciudad de Zaragoza.


La actuación, que supondrá una inversión de 34.423 euros y será ejecutada por la empresa Damarim, S.L., se basará en un proceso de limpieza del momumento neoclásico con chorros de arena y agua a presión, además de intertar sanear la fuente de los hongos que a día de hoy tiene.

Una limpieza necesaria

El monumento, que es propiedad de la Confederación, presenta bastante suciedad, pintadas, reparaciones inadecuadas, desagües obstruidos y poros en la piedra que “hacen necesaria su restauración”, según ha explicado la propia CHE en un comunicado.


Además, los dos caños originales han desaparecido y los bancos laterales semicirculares y las jardineras que se añadieron en los años 50 del siglo pasado, cuando la fuente se desmontó de su posición original y se trasladó al Parque de los Incrédulos, tienen un mayor grado de deterioro ya que se realizaron con piedra arenisca, de peor calidad.


La Fuente de los Incrédulos está ejecutada en piedra de Albortón, con adornos florales y trofeos de remate. Más que por su valor artístico, destaca por su historia ya que fue el propio Ramón Pignatelli al finalizar la construcción del Canal Imperial en 1786, quien mandó levantarla como celebración de la viabilidad del proyecto y en contestación a las burlas de la oposición, llamándola precisamente la Fuente de los Incrédulos por este asunto.