Investigación

"El panorama de la investigación es totalmente desolador"

Greco González es un investigador aragonés al que no le ha quedado más remedio que salir de España para dedicarse a su pasión, la Química.

Greco González trabaja en la Universidad de Estocolmo
Greco González trabaja en la Universidad de Estocolmo

Greco González es un joven químico zaragozano que ha tenido que hacer las maletas para poder desarrollar su carrera profesional. Se encuentra, desde este curso en la Universidad de Estocolmo, integrado en un grupo que investiga los campos de catálisis homogénea y catálisis heterogénea. "Mi línea de investigación -explica este aragonés- trata los procesos orgánicos catalizados por compuestos metálicos de Iridio y me centro en los aspectos cinéticos, obrservando por medio de qué mecanismos transcurren las reacciones".


Desde un primer momento, Greco tuvo claro que prácticamente la única solución para dedicarse a lo suyo pasaba por tomar un avión y dejar atrás su ciudad: "De entre todas las ofertas que se encontraban, una parte muy minoritaria era para realizar una tesis en España; así que de haber querido quedarme, lo habría tenido muy complicado. Además, en muchos casos las becas en el extranjero no son tan difíciles de conseguir".


"Quería hacer un doctorado en el extranjero -añade- y envié solicitudes a universidades de varios países de Europa y Asia. La oportunidad de Estocolmo vino gracias a una oferta que llegó por correo electrónico a mi antiguo grupo de investigación de la Universidad de Zaragoza. Un compañero de la Universidad de Münster, en Alemania, donde hice el proyecto de final de carrera con una beca Erasmus, me recomendó el sitio ya que había estado ahí. Así que pasé un proceso de selección, tuve una entrevista y logré la beca".


Aunque los principios siempre son duros, este investigador zaragozano se encuentra feliz en su destino actual. "Por lo que he visto de momento, creo que socialmente están mucho mas avanzados que nosotros. Es un sistema muy igualitario, tanto en el ámbito profesional como en el personal. Las mujeres lo tienen mucho más fácil, casi diría que veo más padres que madres paseando bebés".


Además, indica, los suecos "tienen en muy alta estima a los profesionales". "Por ejemplo, la mujer que me atendió en el banco al abrir la cuenta me dijo, cuando le conté que vine para hacer un doctorado, que 'se sentían muy afortunados de que ahora estuviese con ellos'. Ellos, refiriéndose a los suecos en general. Ahí hay una diferencia abismal, aceptando de buen grado a los investigadores, mientras que nuestros políticos dicen que es positivo para nosotros que vayamos al extranjero. Si no nos quieren aquí, que no insistan".


Aunque todo tiene su parte negativa... "el principal problema que encuentro en Estocolmo es la falta de viviendas. Todo lo que se construyó de más en España, parece que evitaron hacerlo aquí. Hay muy poca oferta y muchísima demanda de pisos, por lo que los precios son bastante elevados".


Panorama desolador

Este zaragozano no se muestra nada optimista al hablar de la ciencia española. "El panorama de la investigación en nuestro país lo veo totalmente desolador. Veo compañeros de carrera brillantes peleando por alguna de las pocas y reducidas becas que hay ahora, y no hay indicios de que la situación vaya a mejorar".


En cuanto a un hipotético regreso a España, Greco no lo ve nada claro: "En la mayoría de los casos, las opciones que hay para volver a España son mínimas y en ocasiones los puestos que se ofertan son de un nivel claramente inferior al que se posee académicamente. Cuando termine aquí, intentaré probar en Asia u Oceanía. De esta manera podré juntar mis pasiones: viajar y la Química. Así que en principio no quiero volver a España. Aunque ya veremos si lo tengo tan claro en invierno".