Emigrantes aragoneses

"Me fui a Londres porque necesitaba un cambio de aires"

Jorge Ruiz, programador informático de 34 años, dejó un trabajo fijo y una vida cómoda en Zaragoza. Ahora vive en Inglaterra, casado y con un hijo de 6 meses, y no se plantea volver.

Jorge Ruiz y su familia, en Londres
"Me fui a Londres porque necesitaba un cambio de aires"
J. R.

Jorge Ruiz, zaragozano de 34 años, decidió emigrar a Londres en 2008 no por necesidad, sino para vivir una experiencia personal distinta y dar un giro a su vida. Ahora es feliz allí, vive en el condado de Kent, trabaja como programador informático en el centro de Londres, está casado y tiene un hijo de 6 meses. De momento, no se plantea volver.


"Yo vine al comienzo de la crisis, que en mi opinión no es crisis sino 'la nueva realidad'. Aunque mis motivos fueron diferentes de los de la mayoría de emigrantes. Yo tenía trabajo fijo, casa y coche e iba camino de los 30. Pero lo dejé todo y me fui a Londres con una mano delante y un portátil detrás. Necesitaba un cambio de aires", cuenta.


El principio fue duro, aunque Jorge se adaptó pronto. "Tras un primer mes bastante duro en el que mis ahorros se esfumaron entre gastos y pintas, encontré un primer trabajo como programador y una pequeña habitación de 9 metros cuadrados en el barrio de Notting Hill, por la que pagaba más que por mi hipoteca de un adosado de 140 metros cuadrados a las afueras de Zaragoza. Pasé de tener cuatro baños para mí solo a compartir baño con dos chicas y unos 30 diferentes botes de champú y acondicionador", relata.


El ambiente de su barrio y la "incansable" vida social de la gran ciudad le engancharon desde el primer momento. Abrió un blog (www.guirilandia.com) para compartir sus experiencias. Tras cuatro años y medio y 1.000 artículos, se ha convertido en mucho más que un diario personal. Jorge ha creado su propia empresa, Guirilandia LTD, dedicada al turismo en Londres.


Jorge está casado con una mujer rusa que lleva muchos años viviendo en Londres y tienen un niño de 6 meses. "No planeo volver a España ni a corto ni a medio plazo, aunque nunca se sabe. Echo de menos a la familia y amigos, y a los Pirineos. Procuro visitarlos 3 o 4 veces al año a través de esa 'patera del aire' que es Ryanair", afirma.


Su aventura le ha salido bien y recomienda a otros jóvenes españoles que salgan al extranjero. "Por la situación de España hay mucha gente que ha entrado en un círculo vicioso de desánimo o falta de motivación. Cambiar de país y tener que buscarte la vida por ti mismo ayuda mucho a forjar el carácter. Además, la ausencia de tu familia te abre la mente a la hora de conocer a gente nueva y vivir todo tipo de experiencias. Para los jóvenes debería ser asignatura obligatoria", apunta.