Universidad de Zaragoza

La Defensora de la UZ percibe "gran preocupación" en los alumnos por las dificultades económicas

Han llegado a la Oficina de la Defensora alumnos con problemas "para seguir estudiando porque no pueden pagar la matrícula o porque tienen que buscar trabajo para ayudar al núcleo familiar".

La Defensora de la Universidad de Zaragoza, María José Rabanaque, ha manifestado que percibe en los estudiantes una "gran preocupación" por las dificultades económicas para poder finalizar sus carreras académicas, "a la que se une la falta de perspectiva laboral".


La Oficina de la Defensora de la Universidad de Zaragoza (UZ) ha recibido 125 solicitudes de actuación desde el inicio del curso hasta finales de abril, entre ellas, quejas por las denegaciones de becas a estudiantes universitarios con problemas económicos, ha informado la Universidad de Zaragoza en un comunicado.


Así, han llegado a la Oficina de la Defensora alumnos con problemas "para seguir estudiando porque no pueden pagar la matrícula o porque tienen que buscar trabajo para ayudar al núcleo familiar", asunto respecto al que la Defensora de la UZ ha matizado que si bien la universidad dispone de ayudas para situaciones sobrevenidas, "va a resultar imposible poder paliar, solo desde la institución", esta situación.


En este sentido, ha dicho que ha ocasionado "graves consecuencias" para el acceso y la continuidad en las carreras académicas de los estudiantes la modificación, en el último año, de la Ley Orgánica de Universidades por la aplicación de las medidas urgentes de racionalización del gasto público en el ámbito educativo y el "endurecimiento" de las condiciones de acceso a las becas generales y de movilidad de la última convocatoria publicada por el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte.


Quejas sobre docencia

Por otra parte, han experimentado un importante incremento en los últimos meses las quejas de alumnos respecto a la docencia impartida y evaluaciones realizadas por profesores y quejas de profesores respecto a estos escritos de los alumnos. "La percepción de los conflictos por parte de alumnos y profesores es muy diferente", han apuntado las mismas fuentes.


La Defensora de la Universidad de Zaragoza ha opinado que entre las razones que han contribuido a que aumente este tipo de conflictos se encuentran las relacionadas con la crisis económica, "que a menudo afecta al núcleo familiar", sobre todo, en lo referente al aumento del precio de segundas y sucesivas matrículas y con las normas de permanencia en los grados, "en los que los alumnos consumen convocatorias, aunque no se presenten a los exámenes".


"Estos hechos hacen que los estudiantes sean menos tolerantes a tasas elevadas de suspensos, especialmente cuando consideran que la calidad de la docencia no es la adecuada, o cuando la relación con el profesor no es bien valorada por el alumnado", ha argumentado la Defensora del universitario.


Por otra parte, "siguen surgiendo problemas relacionados con los planes de estudios en extinción, fundamentalmente debidos al desconocimiento de los alumnos de las normas existentes para poder optar al tercer año sin docencia".


Personal 

La Oficina de la Defensora de la Universidad de Zaragoza también ha recibido quejas relacionadas con la selección de profesorado no permanente y con la elección de docencia, así como problemas de ambiente laboral y desacuerdos con la convocatoria de plazas del personal de administración y servicios.


En este sentido, ha detectado, en el personal docente e investigador no permanente, la Defensora ha subrayado "las dificultades para conseguir una estabilidad laboral y la falta de perspectiva de futuro" y en el personal de administración y servicios "la falta de perspectiva de promoción y el enrarecimiento del ambiente laboral en algunos servicios".