Tribunales

Suspenden un juicio de custodia porque la mujer denuncia maltrato y secuestro

Su abogado quiere reabrir el caso en dos juzgados de instrucción y de violencia de género para que la madre recupere a su hija de seis años que está en Rumanía desde 2008.

Vanessa Murcia.
Suspenden un juicio de custodia porque la mujer denuncia maltrato y secuestro
EFE

El juicio sobre la custodia de la niña de seis años Denissa Olescu Murcia, una zaragozana que está con su padre en Rumanía desde 2008, fue suspendido este miércoles porque la madre ha denunciado malos tratos y el secuestro de la pequeña.


El titular del Juzgado de Primera Instancia 16 decidió no repetir la vista oral que no fue grabada en la primera ocasión para que se investigue y reabra el caso denunciado desde 2009 en el Juzgado de Instrucción 1 y el Juzgado de Violencia sobre la Mujer 1.


«Este caso me ha llegado en la UVI, porque el sistema ha fallado. Este caso ha estado en tres juzgados y nadie ha

protegido a una madre maltratada», destacó el abogado Francisco Serrano después de salir del juicio sobre la custodia.


La primera denuncia se presentó en septiembre de 2009 pero sin letrado, a pesar de que relató los malos tratos que sufrió cuando convivía con su pareja, Gheorge Cludiu Olescu, y el paradero desconocido de su hija Denissa. Un mes después se archivó el caso porque no se acreditaron las lesiones causadas en las agresiones y el juez ofició a la Jefatura Superior de Policía para que investigara la desaparición de la niña y sus causas.


El Juzgado de Primera Instancia 16 concedió la custodia al padre porque entendió que el arraigo de la niña en Rumanía prevaleció a la petición de la madre. En sus alegaciones, el padre explicó que habían llevado a la niña a su país para que la cuidaran sus padres después de haber firmado en un notario.


El abogado entregó este miércoles un escrito en el Juzgado de Instrucción número 1 en el que denuncia que Vanessa fue amenazada, engañada y extorsionado para que firmara el documento notarial que era «radicalmente nulo» porque renunciaba a su hija y permitía que quedara al cuidado de sus abuelos en Rumanía. «Al final, la obligaron a regresar a España sin la niña en febrero de 2009 con la exigencia de enviarles dinero. Tras convencerse de que las promesas del padre que iba a regresar a España eran otra burda mentira, empezó las acciones legales en septiembre sin asesoramiento legal», precisa.


El letrado de Vanessa Murcia critica que el archivo judicial (decidido por el Juzgado de Instrucción 7) se adoptó sin las mínimas pruebas seguidas. «Se tomó sin tomar declaración a la denunciante, sin indagar el paradero de la menor ni su residencia habitual en Zaragoza, ni las circunstancias en que se produjo la sustracción, sin pedir testigos que podían haber adverado los insultos, las amenazas y las lesiones físicas que sufrió y ocultó por el miedo al padre de su hija», denunció.


La madre llevó partes de lesiones al juzgado de hasta la pérdida de un diente que sufrió de un puñetazo del padre de la hija. «Sin la práctica de diligencia alguna de investigación, de forma incomprensible se acuerda el sobreseimiento provisional, de lo que no es notificada mi mandante», agrega el escrito enviado este miércoles al Juzgado de Instrucción 1.


La madre explicó este miércoles que viajó a Rumanía en 2008 y le quitaron la documentación para forzar su retorno a España sin la niña. «El padre me dijo que no iba a volver a ver a mi hija y podía olvidarme de ella, aunque he enviado hasta 3.000 euros», señaló la zaragozana Vanessa Murcia, acompañada por su madre y hermano.


Al archivarse el caso, la madre lo denunció al Consejo General del Poder Judicial, que lo remitió al Juzgado de Instrucción 1, que lo derivó al Juzgado de Violencia sobre la Mujer por los malos tratos, pero la denuncia de la sustracción se queda en el primero.


Busca y captura del padre

El abogado reclamó al Juzgado de Instrucción que oficie a la Policía la investigación del paradero de la niña y el esclarecimiento de los hechos denunciados. También apunta que la madre tiene que ratificarse en la denuncia y declarar sobre los hechos, así como la petición del denunciado de una orden de busca y captura por la sustracción de la menor.