Baches en la calzada e incluso boquetes en el propio reasfaltado, “el parcheado” como lo denominan los vecinos, es lo que a priori cualquiera puede contemplar si se acerca hasta la calle de Rotonda Villa de Pau, en Zaragoza. Una vía que discurre junto al parque de La Paz y que los conductores y residentes en el barrio apuntan como “una de las que peor estado” presenta. “Entiendo que los recortes y la crisis económica han reducido mucho las actuaciones en las calles, solo hay que ver cómo está Zaragoza. Pero estimo totalmente necesaria la actuación en determinadas zonas que, como esta en La Paz, necesita un asfaltado urgente”, comenta Adrián Estébanes, vecino del barrio. “Los baches cada vez son más grandes y hasta se están borrando las franjas de los pasos de cebra”, asegura el zaragozano. 

“Cualquier día me dejaré una rueda en los baches. Hay tramos en los que ya apenas se pueden esquivar. No es de recibo que nadie se haga cargo de realizar este tipo de trabajos. Los vecinos pagamos igualmente nuestros impuestos, pero las mejoras no se corresponden con ello”, opina Raúl Martín, que también reside en La Paz. “Como es lógico hay calles que están mejor que otras, pero esta en concreto, por la que además circulan un montón de coches e incluso pasa el autobús no está precisamente bien mantenida”, dice el zaragozano.Agujeros en los parches

Opinión compartida por Eva C., vecina de la calle de Monzón. “Yo no tengo coche y para moverme utilizo el autobús, que además tiene parada al lado de mi casa. El meneo y movimiento que se producen cuando alguna de las ruedas pasa por encima de algún bache es importante. Si te coge desprevenida, la caída o el golpe están asegurados. Lo cierto es que la calle está fatal. Hasta los pocos parcheados que hacen tienen boquetes”, dice la joven.

“Hay determinados tramos, sobre todo los que coinciden con las paradas de autobús, que presentan un estado lamentable. ¿Es que no se pueden tomar otro tipo de medidas para estas zonas en concreto? Está claro que con una capa de asfalto no es suficiente”, se cuestiona Luis Ángel Giménez, que reside junto al parque de La Paz.

Por su parte, desde el Área de Urbanismo del Ayuntamiento de Zaragoza argumentan que “este tipo de trabajos, muy nutridos de calles y de inversión, se han ido recortando a medida que los efectos de la crisis se han ido haciendo más evidentes. Y esto ha sido así porque los presupuestos de las administraciones se han tenido que recortar enormemente”.

“No obstante, cada año, se hace una radiografía y se opta por actuar en las zonas que más lo precisan. Además, al margen de la operación asfalto, las brigadas municipales actúan todo el año, rentabilizando sus recursos y multiplicando las acciones de mantenimiento de la ciudad”, concluyen las mismas fuentes.