Transporte urbano en Zaragoza

Los trabajadores de Tuzsa proponen que los viajeros suban también por la puerta central

Deberían abonar el importe del viaje en una máquina validadora. A su juicio, es necesario aumentar el personal para inspecciones y control.

El comité de empresa de Tuzsa, concesionaria del transporte público de Zaragoza, ha propuesto que los viajeros puedan subir y descender por la puerta del centro de los autobuses y abonar el importe del viaje en una máquina validadora que se instalaría dentro del vehículo.


Ésta es una de las alegaciones presentadas por los trabajadores de Tuzsa al reglamento de servicio publico del transporte urbano de viajeros de Zaragoza, unas propuestas que han explicado a los responsables y técnicos del área en una reunión presidida por la consejera Carmen Dueso.


Según ha informado en un comunicado el comité, la posibilidad de que se pueda abonar el viaje en una máquina en el centro del autobús facilitaría el acceso de las sillas de ruedas y bebes que podrían entrar por la puerta central.


También se agilizaría el servicio al haber dos puertas de acceso al autobús en vez de una como sucede en la actualidad.


Las alegaciones a varios artículos del reglamento han sido presentadas al área de servicios públicos del ayuntamiento por el presidente del comité de empresa de Tuzsa, Javier Anadón, el pasado día 11 de abril.


Asimismo, han propuesto que los conductores no puedan aceptar el cambio de billetes de 20 euros, por lo que se debería mantener el de 5 euros, y si es de 10 euros el cambio se realizaría a través de un talón a canjear en la Plaza de Aragón (en la cabina de inspección).


En cuanto a la accesibilidad, han alegado que por motivos de salud, dentro de un habitáculo homologado y en movimiento como es un autobús, no se debería permitir el acceso de animales, salvo de perros-guía.


También en su opinión debería estar bien reflejada en la normativa que la persona adulta que lleva sillas de niños es la única responsable de la seguridad de las mismas, una regulación que tendría que estar expuesta en un lugar visible dentro del autobús.


El comité de empresa también ha señalado que el límite de cinco años para que un niño pueda viajar solo en autobús "quizá sea corto" y se ha preguntado cómo sabrá el conductor que una persona de apariencia infantil tiene esa edad o más, por lo que han propuesto que sería necesario algún documento que acredite la edad.


Como sugerencias, han expuesto que el reglamento debería estar expuesto en las marquesinas de las paradas de autobús y en el interior de los mismos, además de permitir la entrada por las puertas delantera y central, para lo que sería necesario instalar máquinas de validación y establecer un riguroso sistema de inspección de billetes y tarjetas para evitar posibles fraudes.


Para ello, a su juicio es necesario aumentar el personal para llevar a cabo las inspecciones y un sistema de control de viajeros.


Un sistema que han propuesto que se implante de manera progresiva durante este año comenzando con una campaña publicitaria y una experiencia piloto en varías líneas con autobuses convencionales y en otras con articulados.