Sucedió el 12 de julio de 1979

La AVT se persona en el caso del incendio del Corona de Aragón

El juez de la Audiencia Nacional Fernando Andreu reabrió hace unos días el caso, en el que murieron 78 personas y otras 113 resultaron heridas.

Imagen de archivo del incendio del hotel Corona
Imagen de archivo del incendio del hotel Corona
HA

La Asociación de Víctimas del Terrorismo (AVT) se ha personado como acusación popular en el caso del incendio de Hotel Corona de Aragón que, como ya anunció HERALDO DE ARAGÓN, el juez de la Audiencia Nacional Fernando Andreu ha reabierto al entender que este suceso ocurrido el 12 de julio de 1979 podría tener carácter terrorista.


El juez de la Audiencia Nacional Fernando Andreu reabrió hace unos días el caso, en el que murieron 78 personas y otras 113 resultaron heridas, y pidió a la Policía que informara acerca de si ETA pudo estar detrás de este incidente.


Ante estos hechos, la AVT ha presentado una querella por los delitos de asesinato terrorista y de incendio terrorista con el objetivo de personarse como acusación popular.


En la querella ha reclamado los informes de las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado para determinar la autoría de los hechos, así como cualquier otra diligencia que el instructor, el Ministerio Fiscal o las partes puedan considerar necesarias.


La Audiencia Nacional ha reabierto el caso después de que en enero de 2009 el Tribunal Supremo reconociera el derecho de uno de los fallecidos a recibir una condecoración como víctima del terrorismo y tuvo en cuenta para ello un informe pericial que señalaba que el incendio "no pudo provocarse por una sola y aislada persona, ni de forma casual".


En la querella la AVT recuerda que el incendio se inició en la cafetería del hotel y que se produjeron tres igniciones simultáneas, de lo que a su juicio "se deduce la posible intervención de tres personas organizadas y plenamente concertadas", y ello "acreditaría indiciariamente el carácter provocado".


La noche del incendio estaban hospedados en el establecimiento la viuda de Francisco Franco, Carmen Polo, sus hijos y dos de sus nietos, así como numerosos miembros del Ejército y sus familias porque ese mismo día se entregaban en Zaragoza los nombramientos de caballeros alféreces.