En Aragón

La crisis triplica el número de personas que se autoprohíben entrar en un casino

Un total de 834 aragoneses han tomado esta medida que les impide acceder a recintos de juego, pero los expertos lamentan el escaso control en internet.

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O.D.

El primer paso para atajar un problema de ludopatía es reconocerlo. Y qué mejor forma de hacerlo que con una decisión personal y -casi siempre- voluntaria de autoprohibición de acceso a los recintos de juego. Este registro autonómico nació hace varios años y ha crecido exponencialmente hasta reunir a 834 aragoneses.


Son casi el triple que en 2008, cuando 287 personas habían optado por vetar su propia entrada a este tipo de establecimientos, como casinos o bingos. Y aún son más si se suman los del registro nacional, que restringe la entrada a cualquier casino del país, y no solo de Aragón. “Es un punto de partida muy importante, que sirve como medida paliativa”, explica José Vicente Marín, de la Asociación Aragonesa de Jugadores en Rehabilitación (AZAJER).


La crisis, de nuevo, ha alterado las costumbres de los jugadores asiduos de la Comunidad. “Antes se podían mantener con préstamos o créditos, pero ahora es casi imposible, y además las familias les presionan más para que dejen de gastar dinero”, señala Marín.

Condición indispensable

Una condición indispensable para recibir atención en Azajer es estar inscrito en el registro de autoprohibición de acceso a salas de juego. Para conseguirlo, el usuario debe rellenar un impreso y elegir una duración, mínimo de seis meses, y el ámbito territorial en el que va a tener restringido el acceso a los distintos locales.


Esta petición se traslada automáticamente a un sistema informático que conecta con todos los establecimientos de juego para que el registro sea efectivo y se pueda controlar quién accede a estos negocios.


Pero, como explica el director terapéutico, “no es una solución en sí, el siguiente paso es la evaluación y tratamiento del problema si existe realmente”.


De hecho, las posibilidades que ofrece hoy en día internet a los jugadores hace que el trabajo de este tipo de asociaciones sea cada vez más complicado. “Es verdad que ahora la discreción es mayor porque puedes jugar desde casa, pero al final, los problemas -mentiras, falta de dinero...- acaban apareciendo de igual forma”, resume Marín.

Más loterías y menos bingos

El sector del juego en Aragón cayó en 2011 un 8,4% lastrado por las pérdidas en bingos, casinos y tragaperras. Sin embargo, las ventas de Loterías y Apuestas del Estado (Lotería Nacional, Quiniela, Quinigol, La Primitiva, Bono Loto, el Gordo de la Primitiva y Euromillones entre otros) cercieron un 1,9% hasta alcanzar los 281 millones de euros. Por su parte, el cupón de la ONCE generó unas ventas de 36 millones, lo que supone un incremento del 10%.


Los apostantes recortan en juegos con premios menores, y ponen sus esperanzas en grandes botes. A falta de conocer los datos del año pasado, los expertos esperan que estas tendencias se agudicen, así como el número de usuarios y de dinero apostado a través de internet, que han presentado incrementos del 49% en los últimos ejercicios, gracias a modas como el poker on-line.