Delincuencia y nuevas tecnologías

'Carding': el delito informático más común en Aragón

El robo de contraseñas, los timos en la compraventa, la posesión de pornografía infantil y las injurias completan la lista de delitos en la red.

Una joven navega por internet en su ordenador portátil.
A la hora de navegar es preciso tener ciertas precauciones.
EFE

Los grandes avances llevan de la mano determinados problemas que, si no se combaten con eficacia, pueden resultar del todo latosos. Este es el caso de internet, que ha revolucionado la forma de actuar y comunicarse de las personas, pero que a su vez ha dado pie a nuevas tipologías delictivas.


Aragón no es ajeno a esta problemática, ya que cada año se certifican en la Comunidad cientos de denuncias cuyo origen se encuentra en la red global. Los más comunes se centran en el ámbito patrimonial. Una lista, la de delitos con mayor prevalencia en Aragón, que encabeza el 'carding'. Es decir: el uso ilegitimo, con ánimo de lucro, de las tarjetas de crédito de otra persona.


Le sigue en número de denuncias las estafas a través de portales de compraventa. "En estas páginas se ofrecen productos a precios muy ventajosos. El estafador exige un adelanto, de modo que el comprador complete el pago cuando reciba el objeto en su casa. Sin embargo, ni el envío llega a su destino ni el cliente recupera ese adelanto de dinero", explica, Ignacio Sanjuán, responsable del grupo de Delitos Tecnológicos de la Jefatura Superior de Policía de Zaragoza.


El 'phishing' ocuparía el tercer lugar en el ranquin. Este término anglosajón pone nombre a la práctica delictiva que consiste en hacerse pasar por una empresa o entidad bancaria, e incluso por otra persona, para conseguir una contraseña o clave bancaria del estafado. Se trata, señala Sanjuán, de "un delito que últimamente está decreciendo, básicamente porque hay menos víctimas porcentuales".


No es el único motivo que hace que ciertos delitos hayan experimentado cierto retroceso. Así lo explica el mando policial: "Por suerte, la gente toma más garantías a la hora de navegar. Poco a poco, los ciudadanos son más conscientes de los peligros y se preocupan mucho más de no caer en una estafa de este tipo. La navegación, por suerte, es más segura que hace seis años".


Corrupción de menores


Recientemente se impuso una pena de ocho años de prisión y seis más de libertad vigilada al entrenador de fútbol base de Zaragoza que recopilaba imágenes de menores mientras se duchaban en las instalaciones deportivas para posteriormente distribuirlas por internet. Se trata, por suerte, de un caso puntual, aunque no único.


La corrupción de menores es, por la indefensión de los afectados, una de las mayores preocupaciones del grupo de Delitos Tecnológicos. "Una de nuestras principales acciones contra este tipo de delitos consiste en detectar la tenencia y la distribución de material pornográfico en el que hay menores de edad implicados. Cada año trabajamos en unas 12 ó 13 operaciones de este tipo en Zaragoza, algunas de ellas de manera coordinada con otros cuerpos policiales, tanto nacionales como internacionales", subraya Sanjuán.


"Este tipo de investigaciones se trabajan en dos frentes: el primero consiste en detener la distribución del material, mientras la otra línea de trabajo pasa por identificar a las víctimas, que en muchas ocasiones son niños de zonas desfavorecidas, para que las autoridades pertinentes puedan actuar", añade.


Ciberacoso e intimidad


Las redes sociales ofrecen un amplio abanico de posibilidades pero, como en todos los ámbitos de la vida, hay que anteponer la cabeza y la mesura a la hora de utilizarlas. "En ocasiones, a través de internet y de las redes sociales se cae en la injuria y en la amenaza. Esto ocurre porque mucha gente no tiene conciencia de que lo que pasa a través de una pantalla tiene la misma validez que en la calle. Los adolescentes, del mismo modo que pueden increpar a un compañero en el colegio, pueden incurrir en ciberacoso a través de las redes sociales, aunque son casos muy puntuales", asevera el agente.


"Las redes sociales como Twitter, Facebook o Tuenti son positivas si se usan bien, pero se debe tomar conciencia que, del mismo modo que no compartes toda información con un desconocido en la calle, tampoco hay que hacerlo en internet", concluye.