Emigración

La crisis empuja a casi 10.000 aragoneses a salir al extranjero

El número mayores de edad que residen en otro país ha aumentado un 32% desde 2008. Solo en 2012, alrededor de 2.000 personas dejaron la Comunidad para buscar nuevas oportunidades, aunque la cifra es mayor de lo que reflejan los registros oficiales.

Carmen Marco, en un parque de Bruselas
La crisis empuja a casi 10.000 aragoneses a salir al extranjero
C. M.

El desempleo y la falta de oportunidades laborales han empujado a más de 8.000 aragoneses a dejar la Comunidad desde 2008 para trabajar o buscar un empleo en el extranjero. En solo cinco años, la cifra de españoles mayores de edad que han dejado Aragón y y vive en otro país ha aumentado un 30% y ya ha alcanzado las 27.605 en 2013, frente a las 20.874 que había cuando comenzó la crisis, según datos del censo electoral de españoles residentes en el extranjero (CERA) recogidos por el INE. Casi 7.000 aragoneses más, una cifra que ascendería a 9.700 si se tiene en cuenta que, durante este periodo, 1.146 menores que ya vivían fuera han pasado a formar parte de esta estadística tras cumplir los 18, mientras que 838 personas han fallecido fuera de nuestras fronteras y unas 3.300 han regresado a España.


Los números no mienten, pero tampoco reflejan con total certeza la magnitud de una situación que no ha dejado de aumentar desde el inicio de la crisis económica. Ha crecido la cifra oficial de españoles que han cambiado Aragón por otro país, pero todavía lo ha hecho más la de aquellos jóvenes que emigran sin inscribir su nombre en ningún registro. “Hay gente que no comunica a los consulados su situación porque van a estar un periodo corto o simplemente porque no lo creen necesario”, explican desde la Oficina del Censo Electoral en Zaragoza: “Sin embargo, llega un momento en el que sí deben registrarse cuando necesitan un determinado documento o realizar algún trámite”.


Es el caso de buena parte de los jóvenes aragoneses que, en los últimos años, han hecho las maletas para probar fortuna en otros países europeos en los que la crisis ha golpeado con menos fuerza o en economías emergentes como las de algunos países de Sudamérica, Oriente Medio o Asia. “Decidí marcharme a Londres en septiembre, después de haberme quedado en el paro, y ahora estoy estudiando un diploma de Medios de Comunicación y Arte. Además, colaboro con un fotógrafo de moda y doy clases de español”, asegura Mercedes Navarro, una aragonesa que hace solo unos meses se trasladó a la capital inglesa: “En verano me iré dos semanas a Bosnia a hacer un curso de fotoperiodismo y después me gustaría volver al Reino Unido para buscar trabajo o irme a otro país, porque cada vez veo más complicada la vuelta a España y en concreto a Zaragoza”.


Fuga de cerebros

Aunque los inmigrantes que se han nacionalizado y regresan a sus países también podrían engordar estos registros, cada vez hay más jóvenes formados que no pueden aspirar a puestos cualificados en España y le ponen rostro y nombre a la denominada 'fuga de cerebros'. “Vine a Bélgica con una beca Erasmus y decidí quedarme porque me ofrecieron un buen trabajo y estaba bien aquí”, explica Carmen Marco, una licenciada en Publicidad y Relaciones Públicas que, después de trabajar un tiempo en este país, está acabando un máster en Gestión Cultural.


Y, en muchos casos, las perspectivas de retorno no son demasiado buenas. Al menos a corto plazo. “De momento no creo que vuelva a España. Me estoy planteando irme a Chile, ya que es un país con una economía emergente y en el que además se habla español, por lo que me puede ofrecer oportunidades laborales interesantes”, explica esta zaragozana.


Estos datos, que no incluyen a estudiantes que se han desplazado a otro país de forma temporal o a los menores de edad -en total hay más de 31.000 aragoneses en el extranjero-, han servido de base para un estudio realizado por la empresa especializada en recursos humanos Adecco, que profundiza en la situación de los españoles que se ven obligados a emigrar para poder trabajar. Según esta compañía, el número de personas que solicitan empleos fuera de España se ha duplicado desde que comenzó la crisis y se ha intensificado aún más en los últimos dos años hasta representar el 25% de los demandantes.


Jóvenes cualificados

El perfil del emigrante español lo forman jóvenes de entre 25 y 35 años, altamente cualificados y sin cargas familiares. Así lo apunta Adecco en su informe sobre movilidad laboral, en el que también especifica que “la tendencia también está cambiando y cada vez más casos de desempleados mayores de 45 años con familia que buscan empleo en el extranjero”, así como “perfiles de baja cualificación” y “recién licenciados que quieren dar sus primeros pasos fuera de España”.


Los principales destinos elegidos por los aragoneses que emigran siguen siendo, en primer lugar, los países europeos más desarrollados, como el Reino Unido, Alemania, Noruega o Francia, aunque también está creciendo el número de españoles que acuden a países del este, como la República Checa o Polonia, donde están desarrollando infraestructuras y necesitan perfiles técnicos. No obstante, sigue creciendo la emigración hacia los países latinoamericanos como Argentina, Chile, México y, especialmente Brasil, que necesitan mano de obra altamente cualificada en todos los sectores posibles.