Alain Riau, uno de los mineros de Mequinenza

"Ha sido duro, pero creo que mereció la pena"

Minutos después de abandonar el interior de la mina Europa de Mequinenza, donde llevaba 11 días encerrado con otros cuatro compañeros, Alain Riau ha dicho que están cansados y algo aturdidos.

Manifestación en Zaragoza contra los recortes en el sector minero.
Manifestación contra los recortes_20
GUILLERMO C.

Alain Riau, de 33 años, uno de los cinco mineros encerrados en el pozo Europa de Mequinenza desde el pasado día 7 de febrero, de donde han salido este lunes, ha señalado que ha sido duro, porque existía mucha humedad y polvo, no tenían luz y apenas han podido dormir, pero creen que ha merecido la pena. 


Minutos después de abandonar el interior de la mina Europa, de Carbonífera del Ebro, donde les esperaban sus familiares y compañeros, Alain Riau ha dicho que se encuentra cansados y un poco aturdidos, que han dormido mal y que han estado incomunicados con su familia, porque "allí dentro no hay cobertura", pero "todo sea por el futuro de la cuenca". 


Y es que este minero hace un mes que se ha casado, una fecha que celebrará con su mujer, además de que el Decreto de Suministro del Carbón, publicado en el BOE, incluya la adjudicación 90.000 toneladas a la mina de Mequinenza (Zaragoza), pero condicionada a la elaboración de un informe técnico independiente.


Lo importante ahora es que el Gobierno de Aragón negocie con Endesa para que este carbón se pueda quemar en su central térmica de Andorra, ha agregado, porque "lo único que queremos es seguir trabajando". "El carbón de aquí es bueno y se puede quemar", ha asegurado.


11 noches en un agujero

Hoy, después de pasar once noches en "un agujero de 3,5 kilómetros hacia adentro", Alain Riau ha recordado el momento en el que, junto a otros cinco compañeros, decidió encerrarse en el pozo para reivindicar que Carbonífera del Ebro pudiera seguir extrayendo carbón. "Entramos con la ropa de trabajo, con una máquina, pilas y una garrafa de agua" y, posteriormente, los compañeros que permanecieron haciendo guardia en la boca de la mina durante todas las jornadas iban entrando para llevarles la intendencia. 


También ha recordado su participación en las marchas mineras de Madrid y de Zaragoza y en todas las movilizaciones en defensa de la minería del carbón, en sus diez años de minero, aunque esta era la primera vez que se encerraba en un pozo.

El futuro depende de esa empresa

Pero es que el futuro de Mequinenza depende en gran parte de esa empresa, de la que viven alrededor de setenta familias, además de los comercios y otros establecimientos de la población. Si se tuviera que cerrar la empresa, una posibilidad que vislumbraron al no incluir Carbonífera del Ebro en el borrador del decreto que hoy se ha publicado, todo "se iría al garete", ha dicho.


"Hoy descansaré", ya que "salgo con ganas de dormir", tras un encierro que se ha producido en condiciones duras, con humedad, polvo y sin luz, y que han sobrellevado hablando y paseando para hacer ejercicio. A pesar de todo ello, los médicos que entraron el pasado viernes día 15 a efectuarles un reconocimiento les encontraron bien de salud.