Frente al centro de educación infantil Bolandrina, en la calle Refugio, hay unas vallas de protección para que los niños no puedan acceder a la calzada. Hace un mes, un coche se empotró contra las vallas y las destrozó. Y pese a las llamadas de la escuela y de algunos padres pidiendo que se arregle, sigue igual.

"Un viernes por la noche un coche destrozó las vallas. Al día siguiente llamé al Ayuntamiento para que lo arreglaran. Vino la Policía Local y solo puso unas cintas de plástico. Ha pasado un mes. He llamado reiteradas veces al Ayuntamiento y también algún padre. Nos dicen que toman nota, pero esto sigue sin arreglar, con el consiguiente peligro para los niños a la hora de las salida", denuncia Susana Orós, propietaria del centro.

La entrada al centro, donde acuden a diario 30 niños de entre 0 y 3 años, está frente a la valla rota. Las cintas de plástico se han caído. Y la valla rota sigue ahí, en medio de la acera.