El delegado Territorial del Gobierno de Aragón en Huesca, José Luis Moret, junto con el delegado Territorial de la Generalitat de Cataluña en Lérida, Ramón Farré, y el director general de Salud Pública del Departamento de Sanidad, Bienestar Social y Familia, Francisco Sancho, han tenido una toma de contacto para poner en común distintas aportaciones para combatir las afecciones de la mosca negra en la zona limítrofe de Aragón y Cataluña.

En la reunión, coordinada por el delegado Territorial, José Luis Moret, han intervenido también varios expertos en la materia y estudiosos como el profesor de Veterinaria, Javier Lucientes (Universidad de Zaragoza), el jefe de servicio de Estudios Medioambientales de la Confederación Hidrográfica del Ebro, Alfonso Calvo, o técnicos del departamento de Agricultura del Servicio Provincial de Huesca.

El objetivo de esta cita no era otro que “conocer las medidas que está tomando Cataluña" para saber qué medidas "podemos tomar nosotros”, ha resaltado José Luis Moret. En esta línea de aunar esfuerzos para intentar erradicar esta plaga se han posicionado todas las partes intervinientes, ya que la mosca negra ha tenido un crecimiento notable desde 2006 y “produce daño a las personas, fundamentalmente a los que trabajan en el campo”, ha señalado el delegado Territorial de la Generalitat, Ramón Farré.

Esta primera reunión ha servido para establecer un calendario de citas en las que tratar los puntos importantes para combatir la mosca negra. Las actuaciones se harán en base a un informe encargado al profesor Javier Lucientes, en el que realizará un estudio pormenorizado por ríos y comarcas con el fin de concretar las pautas de ataque. Estas decisiones se puntualizarán en la próxima reunión que se celebrará en la segunda mitad de febrero y en la que, se pretende, también estén representadas las comarcas de Monegros y Cinca Medio, que junto a Bajo Cinca (presente en encuentro de hoy) son las más afectadas por este insecto.

Atacar de forma integral y conjunta es la clave para obtener resultados positivos, pues en Cataluña las fumigaciones están consiguiendo más de un 95% de éxito con las medidas puestas en marcha entre marzo y octubre de cada campaña, siendo entre seis y siete los intentos anuales. Farré ha aclarado que el montante del operativo no es caro si se tiene en cuenta el coste-beneficio para la población.