Riada

El caudal del Ebro no mengua y el agua sigue en los campos

Se esperan dos repuntes sucesivos del caudal del río en los próximos días. Aunque sean de menor relevancia, impiden que salga el agua estancada en las plantaciones.

La riada, a su paso por Zaragoza
La riada, a su paso por Zaragoza_3
JOSé MIGUEL MARCO

La primera punta de una nueva crecida del Ebro, provocada por las lluvias de este fin de semana en la cuenca, llega este lunes a los pueblos aragoneses de la ribera. En Novillas, la primera localidad ribereña, el río ya tiene una altura de seis metros, ha indicado su alcalde, José Ayesa.


Según ha explicado, los campos de la localidad todavía tienen agua de la crecida de la semana pasada, lo que está afectando a las plantaciones agrícolas de la zona. Además, han tenido que reforzar la protección para que no se inunde más el terreno con esta nueva crecida por lo que "tampoco puede salir el agua que ya ha entrado".


"Es normal que haya repuntes, lo que pasa es que llegamos a un punto en que la situación nos desespera porque el caudal no mengua y tenemos el agua metida en las huertas", ha explicado Ayesa.


Fuentes de la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE) han informado de que se esperan dos repuntes sucesivos. El primero, por las lluvias del sábado, llegó a Castejón este pasado domingo al mediodía con un caudal de 1.400 metros cúbicos por segundo. Esta primera punta llegará a la ciudad de Zaragoza con un nivel (1.300m3) por debajo de lo esperado. "Se han bajado las previsiones porque ha habido menos lluvias y menos deshielo", explican desde la CHE.


El segundo repunte, provocado por las lluvias del domingo por la tarde -que dejaron 20 litros por metro cuadrado-, ya empieza a llegar a Castejón, donde está volviendo a subir el caudal después de haber bajado a 1.228 metros cúbicos por segundo y una altura de casi seis metros. Esta segunda punta será inferor a la primera y llegará a la ciudad de Zaragoza este miércoles con entre 1.200 y 1.300 metros cúbicos por segundo.


Asimismo, han subrayado que en los próximos cinco días se espera un episodio de estabilidad meteorológica, que va a permitir que los ríos vayan descendiendo su caudal de forma generalizada: "Los ríos de las cabeceras ya están en tendencia decreciente aunque en Zaragoza tardará todavía unos días en notarse el descenso".