Zaragoza espera una nueva crecida en los próximos días

El Ayuntamiento de Zaragoza mantendrá por el momento activado el Plan Municipal de Protección Civil por la crecida del Ebro ante la previsión, por parte de la Confederación Hidrográfica, de un nuevo repunte para los próximos días, en concreto para el miércoles 30 de enero. 

Se estima que, en esa fecha, el caudal del Ebro podría llegar a los 1.600 metros cúbicos por segundo, ha indicado el ayuntamiento en un comunicado.

Según indican desde la CHE, el primer repunte por las lluvias del sábado llegó a Castejón este domingo al mediodía con un caudal de 1.400 metros cúbicos por segundo. Esa punta, apuntan las mismas fuentes, llegará a Zaragoza en la madrugada de este martes con un nivel (1.300m3) por debajo de lo esperado. "Se han bajado las previsiones porque ha habido menos lluvias y menos deshielo", explican desde la Confederación Hidrográfica del Ebro, que anuncia, además, un segundo repunte por las lluvias del domingo que llegará a Zaragoza este miércoles. "Las lluvias de ayer tarde dejaron 20 litros por metro cuadrado. En Castejón ya ha subido el caudal, y ahora se espera que este segundo repunte llegue a Zaragoza el miércoles con entre 1.200 y 1.300 metros cúbicos por segundo", precisan.

A la vista de las previsiones, se ha decidido mantener el desalojo de la urbanización Torre Urzáiz, en Movera, que sigue anegada en buena parte de su superficie y sus accesos, si bien a lo largo de la tarde de este viernes una dotación de Bomberos, apoyada por Policía Local, colaborará con los vecinos que necesiten acceder a sus domicilios y recuperar enseres, ropa u objetos.

Respecto al enclave denominado Doña Sancha, situado en la margen derecha del río y que también fue desalojado, se permite ya el acceso aunque con el aviso de que, probablemente, será necesario volver a adoptar medidas preventivas si se confirma la anunciada crecida del miércoles.

Por otra parte, la Dirección General de Carreteras ha informado de que se ha reabierto al tráfico la carretera A-1107, en el cruce de la N-2 con la N-232 a la altura de Pina de Ebro (Zaragoza), que permanecía cerrada por peligro de desbordamiento del río Ebro.

En cualquier caso, las previsiones son "optimistas", pues desde la CHE auguran un "episodio de estabilidad" que va a permitir que los ríos vayan descendiendo su caudal de forma generalizada.