Crecida del Ebro

Vuelve la normalidad a la ribera aunque hay zonas "bajo el agua"

Los alcaldes de los municipios zaragozanos de la ribera del Ebro se muestran preocupados porque el nivel del agua podría volver a subir por las últimas lluvias y nevadas.

Imagenes de la crecida del Ebro
Crecida en la ribera baja_2
DAVID GARCíA

Los municipios zaragozanos de la ribera del Ebro recupera poco a poco la normalidad tras la crecida del ríoque ha anegado esta semana miles de hectáreas, si bien en algunas localidades todavía quedan zonas "bajo el agua" a las que no se puede acceder. 


Los alcaldes observan con preocupación como esta próxima semana el nivel del agua podría volver a crecer debido a las últimas lluvias y nevadas. En este episodio, según la Unión de Agricultores y Ganaderos de Aragón (UAGA), en los 18 municipios más perjudicados por las riadas la superficie afectada es de 9.210 hectáreas; su previsión es que las pérdidas ascenderán a 15 millones de euros.


Este viernes, en la sede de la Federación Aragonesa de Municipios, Comarcas y Provincias en Zaragoza, los responsables municipales celebrarán una reunión para analizar cómo ha afectado la avenida del Ebro a sus localidades, así como las futuras acciones que emprenderán para reclamar, una vez más, la limpieza del cauce del río.


Asimismo, los alcaldes participarán el domingo, día 27, en la concentración convocada por la plataforma de afectados por las inundaciones ante la sede de la Confederación Hidrográfica del Ebro, en la capital aragonesa.


En la Ribera Alta del Ebro, los vecinos de la localidad zaragozana de Novillas comprueban que el agua "está creciendo otra vez", según ha explicado su alcalde José Ayesa. En este municipio, el Ebro ha inundado "unas 1.500 hectáreas y estamos a la espera de que se vaya todo el agua" porque en estos momentos "un 60 por ciento de las cosechas están debajo del agua".


Ayesa ha indicado que los vecinos "teman que pueda venir más agua" esta semana y ha insistido en la necesidad de que se limpie el cauce, para estimar que, en todo caso, "la CHE no es la culpable" de esta situación, sino que el problema es que la normativa impide actuar en los ríos, "es imposible hacer nada, no se puede cortar, ni un árbol, ni mover una piedra del río", ha lamentado, para subrayar que es necesario dragar el cauce "en los puntos conflictivos".

Preocupados por las motas 


El alcalde de Pradilla, Luis Eduardo Moncín, ha coincidido en que "cada vez está más claro que el cauce se está quedando pequeño por los sedimentos y la vegetación que ha crecido en el río", por lo que "volveremos a reivindicar con toda la fuerza que podamos la limpieza del río". sta es "la única solución posible, todo lo demás son parches, porque mientras no se haga la limpieza del río no hay nada que hacer" ante las avenidas.


En su localidad, el agua aún "está saliendo de las fincas afectadas, pero hemos tenido que cerrar las compuertas porque estaba empezando a entrar de nuevo". El Ebro ha anegado 500 hectáreas, aunque en el Casco urbano "no ha habido ningún problema".


No obstante, los vecinos están preocupados por el estado de las motas que "llevan diez días con agua y al final se reblandecen y podría reventar alguna", ha comentado Moncín.


Otro municipio que mira con atención a sus defensas es Boquiñeni, donde la situación es ya "normal" tras pasar unas jornadas de tensión por una filtración en una mota. En este caso, se han visto afectadas unas "300 ó 400 hectáreas".


El alcalde Miguel Ángel Sanjuán ha reclamado a las instituciones que "se mojen un poco más y se encarguen, en sitios puntuales, de hacer el dragado" del Ebro, "siempre con permiso de la CHE y respetando la normativa", pero ha abogado por limpiarlo "en zonas con mucha maleza".

"Es inaguantable" 


El alcalde de Villafranca de Ebro, Roberto González, ha detallado que en el municipio "tenemos todos los campos desbordados, aún tenemos muchísima agua y para días, porque aún está entrando, tenemos la mota rota y no podemos acceder a ella con maquinaria".


En este mismo sentido, "no se qué vamos a hacer", se ha lamentado, al insistir en que existen problemas de acceso con maquinaria hasta ese punto, si bien estos días intentarán solucionar este problema.


En todo caso, "estamos muy preocupados porque esto no tenía por qué pasar con 2.000 metros cúbicos por segundo de agua" y ha agregado que la crecida ha superado a la del año 2003, cuando llegaron 3.000 metros cúbicos por segundo, incrementando el Ebro su altura en "más de 30 centímetros" con respecto a aquella.


Sobre la limpieza del cauce, ha advertido de que se debería explicar bien "qué se pide", porque los alcaldes desean que se eliminen las gravas y maleza, "no queremos hacer mal a nadie ni a la naturaleza" y, de hecho, limpiar el río "lo hemos hecho toda la vida y sigue habiendo pájaros y peces. Los mayores ecologistas somos los agricultores, pero a este paso nos obligarán a abandonar" el trabajo porque la situación "es inaguantable". En Villafranca, se han inundado "unas 500 hectáreas", ha apuntado.


Por último, la alcaldesa de Pina de Ebro, Teresa Martínez, ha comentado que en el municipio "poco a poco recuperamos el ritmo normal" y ya se ha abierto al tráfico la carretera A-1107 "que estaba cortada" por la riada. De esta forma, "va bajando el nivel del río y saliendo poco a poco el agua de los campos inundados", aunque "aún no hemos hecho un cálculo" de las hectáreas que se han visto afectadas "porque hay zonas a las que aún no hemos podido llegar". 


Martínez ha anunciado que asistirá a la concentración del próximo domingo en Zaragoza "en calidad de alcaldesa de Pina y en representación de la comarca Ribera Baja" y ha recordado que los alcaldes "hace mucho que solicitamos" que se actúe en el cauce para evitar este tipo de problemas ante crecidas.