Crecida del Ebro

Las protecciones de la capital ante las grandes avenidas

Zaragoza dispone de protecciones suficientes para hacer frente a las avenidas extraordinarias del Ebro.

Zaragoza dispone de protecciones suficientes para hacer frente a las avenidas extraordinarias del Ebro. La mota de protección frente a la riada de retorno de los 500 años, que haría frente a caudales de 5.100 metros cúbicos por segundo se ha construido en el 2010 con las aportes del Fondo Estatal para el Empleo y la Sostenibilidad (FEESL). 


La obra, ubicada entra la avenida de Ranillas y la Ronda de Boltaña, ha supuesto una inversión de 443.700 euros y ha permitido adecuar la protección, prolongándola hasta los 1.100 metros de longitud total, con una anchura de 3,5 metros.


La defensa tiene una parte accesible para su uso por peatones y ciclistas. Se trata de los primeros 340 metros, que conforman una senda que se integra en la red de caminos del Parque Metropolitano del Agua, ha informado el Ayuntamiento de Zaragoza.


El resto de la mota no dispone de vial, ya que al ser una zona ideada para la contención de las aguas en una avenida, tienen unas características poco accesibles para los peatones.

Tratamiento natural


Los taludes de la mota del Actur son variables en función de la topología urbana existente. Así, el que da al río Ebro se ha protegido con una geomalla que evita erosiones y facilita la plantación de césped sobre el aporte de tierra vegetal que se realizó en el momento de su construcción.


El césped también corona la parte de la mota, que carece de vial, y el otro lado del talud, que dispone de materiales que dan estabilidad al manto vegetal.


Los trabajos para completar esta defensa frente a las avenidas del Ebro se han realizado al entender que el Actur era un punto crítico para las avenidas de mayor caudal (la conocida como de retorno de los 500 años), "ya que según los cálculos del Gobierno de Aragón, el agua podía entrar por esta zona y anegar el barrio, han precisado.


La actuación ha supuesto el recrecimiento de una mota preexistente de 70 centímetros de media y su adecuación hasta completar más de un kilómetro de protección.


A su vez, esta obra completa otras ocho que se han realizado en la margen izquierda del Ebro dentro del Plan de Riberas y que han conseguido asegurar la orilla y alejar de la ciudad los riesgos que representa la dinámica hidráulica del Ebro.


La mota del Actur se ha realizado de manera que la obra de defensa encajara con el tratamiento naturalizado de las orillas del Ebro. Además, esta intervención ha servido también para dar respuesta urbanística a un sector que ha hecho de límite de muchas acciones anteriores relativas a la Expo 2008, a la ampliación de la autovía A2 y a la construcción del vial norte del Actur.


Así, en su día se consideraba preciso rehabilitar y dar continuidad a la senda fluvial, logrando además que la zona de ribera se integrara con el casco urbano.


También se dio continuidad al parque de Ribera, al norte del mandro de Ranillas, con la conversión en zona verde de franja de 600 metros lineales de longitud y 15 de anchura junto al vial de la Ronda de Boltaña, que conecta el área urbana con la ribera y asume la rehabilitación de un sector que carecía de un tratamiento urbanístico adecuado.