Zaragoza

"Por algunas aceras del barrio Oliver es complicado caminar"

Los vecinos piden la eliminación de los postes de hormigón que ?ocupan? muchas de las aceras, ?ya de por sí estrechas?, para pasar sin tener que obstaculizar el tráfico.

“Acabo de ir a la junta de distrito para solicitar que quiten el poste eléctrico que hay a mitad de la calle de Obispo Paterno. La acera de por sí es estrecha, no hay espacio para pasar y es necesario invadir la calzada para continuar caminando. El problema es mayor cuando justo al lado hay vehículos aparcados, que es lo que suele ocurrir”. Estas son las palabras de Antonio Ruiz, un vecino del barrio Oliver que no entiende “cómo es posible” que se dé una circunstancia de estas características. 


“También ocurre en otras calles, pero esta es especialmente estrecha. Sé que desde la junta se han pedido soluciones como que los coches aparquen solo en uno de los dos lados de las vías para no obstaculizar el paso de los peatones, pero no se hace nada”, comenta el ciudadano.


Una opinión compartida por Eugenia García, también vecina de Oliver. “Este es un barrio muy antiguo y hay calles que aún están tal cual las hicieron hace años. El problema es que la población envejece y lo que cuando eres joven no te parece un obstáculo ahora sí”, dice la zaragozana. “Un poste como este hace imposible que una persona con silla de ruedas pueda pasar por la zona. Lo mismo que alguien con muletas o con carritos de bebé”, insiste García. “No estaría demás que adecentaran un poco la parte antigua del distrito, aunque con la que está cayendo, para ratos”, apunta Eugenia García.


“El bajar de la acera cuando te cruzas con alguien es el pan de cada día en este barrio. Excepto en la vía principal –calle de Antonio Leyva- y alguna más, en el resto siempre hay que pisar la calzada. Estamos acostumbrados”, asume Leonardo Sanz, que reside en Jerónimo Cáncer.


Una problemática a la que también intentan dar solución desde la Asociación de Vecinos Oliver, ya que hace más de un año presentaron al Ayuntamiento un Plan de Desarrollo Sostenible y Comunitario del barrio en el que participaron más de 600 vecinos y en el que se daba constancia de que una de las “mayores preocupaciones de los ciudadanos era, precisamente, la estrechez de las calles. A día de hoy, aún estamos a la espera de que el Consistorio firme el proyecto”, concluyen desde la entidad.