"La mayoría de las papeleras del Parque de la Paz están reventadas"

“La que no está rota, está llena de pintadas u oxidada. Es vergonzoso que no puedas usar las papeleras en un parque”. Esta son las palabras de María González, una zaragozana que lleva “toda la vida” residiendo en La Paz y que asegura que, “en general”, el mantenimiento del Parque de la Paz “deja bastante que desear”.

Y es que, sea por desconocimiento o por despiste, algunos usuarios del Parque de La Paz hacen uso de las más de 12 papeleras en mal uso instaladas en “el pulmón del barrio”, como los propios vecinos lo denominan, teniendo como consecuencia la acumulación de basura en cada una de ellas.

“La mayoría están reventadas por la base, lo que supone que todo lo que se tira finalmente queda en el suelo hasta que vienen los de la limpieza a recogerlo. La conclusión es que si necesitas depositar un papel o cualquier otra cosa, es mejor guardarlo para no ensuciar el parque, que precisamente es lo que menos falta le hace”, comenta Aurelio Esteban Gómez, un jubilado del barrio. “A mí me gusta mucho venir por aquí y mi paseo por la zona es casi diario. Intento recordar hace cuánto tiempo que están en mal estado y no lo recuerdo, ya me he acostumbrado a ver así las papeleras”, dice Esteban.

“Por el suelo puedes encontrar de todo, desde botellas de plástico, paquetes de tabaco, bolsas de chucherías… Da un poco de grima”, comenta Laura Valero, que reside en la calle de San Viator. “Suelo venir a los columpios con mis hijos –Eric, de cuatro años y Ángel, de seis-, y evito que se acerquen a cualquier papelera. Si tienen algo que tirar ellos ya se han acostumbrado a dármelo a mí para no dejarlo en el suelo con la demás porquería”, cuenta la joven zaragozana.

Una situación que también preocupa a la Asociación de Vecinos La Paz. “Es una pena, pero como llevan tanto tiempo rotas y en mal estado, parece que siempre han estado así. Hemos solicitado que las cambien en numerosas ocasiones, pero ahí siguen”, comenta Charo Giménez, presidenta de la entidad.

Preocupaciones vecinales que también esta edición digital ha trasladado al Área de Parques y Jardines del Ayuntamiento de Zaragoza, pero de las que tampoco ha obtenido explicación alguna.