La apertura al público de Puerto Venecia este jueves por la mañana ha sido un éxito de público y ha servido de muestra de las dificultades que puede haber en los próximos días en los accesos. Desde antes de las 10.00, hora de apertura, ha habido atascos en el acceso desde el Tercer Cinturón.

"El primer rato ha sido malo, con mucho tráfico desde el Tercer Cinturón hasta aquí. Será peor cuando se junte la gente que entra y la que sale", afirmaba sobre las 10.15 un policía local regulando el tráfico.

El punto crítico es la rotonda en la entrada del centro comercial, donde se juntan los vehículos que llegan del Tercer Cinturón y los que acceden desde el Cuarto. Esta mañana había numerosos agentes regulando el tráfico, pero no ha evitado los atascos. Los dos carriles de entrada resultaban insuficientes.

A las 10.00 el aparcamiento de superficie estaba prácticamente lleno. En el complejo existen 10.000 plazas de aparcamiento distribuidas en cuatro zonas, al descubierto y en un parquin subterráneo.

Los autobuses que van hasta Puerto Venecia (la línea 31 y la C4) llegan a tope toda la mañana y también sufren las retenciones en el tramo final. "Desde las 9.30, el autobús va lleno. Puerto Venecia tiene mucho tirón", afirmaba un conductor de la 31. Desde la plaza de las Canteras hasta el final, no ha podido abrir las puertas porque iba lleno.

Muchos vecinos de Torrero y La Paz se han quedado esta mañana esperando en las paradas, ya que los autobuses iban llenos. El Ayuntamiento ha alargado la línea 31 y la C4 hasta Puerto Venecia. La lanzadera C4 se suprimirá el 1 de noviembre. El Ayuntamiento y los gestores de Puerto Venecia estudiarán dentro de tres meses la demanda por si es necesario adaptar el servicio.

Muchos zaragozanos se han acercado en autobús para "curiosear" en la primera mañana del nuevo centro comercial. "Venimos desde las Delicias en el 31. Es cómodo venir en autobús, mucho mejor que a Plaza", comentaban Araceli y Carmen. "Vengo con mi mujer a dar una vuelta. Estoy en el paro y venimos a pasar la mañana", apuntaba Carlos Vino.