Educación

Cálculo mental a la velocidad de la luz

Ronit y Samir Motwani, los hermanos españoles de ascendencia india campeones mundiales de cálculo mental, han inaugurado este viernes dos aulas nuevas de desarrollo mental Aloha en Zaragoza.

Samir y Ronit Motwani con su instrumento matemático, el ábaco
Samir y Ronit Motwani con su instrumento matemático, el ábaco
A.A.C

Ronit, de 10 años, y Samir, de 11 años, son tricampeón y bicampeón internacional respectivamente, del concurso de Cálculo Mental Aloha, que consiste en realizar hasta setenta operaciones de diferente dificultad en solo cinco minutos y sin echar mano de calculadora, lápiz o papel.


Este viernes, los jóvenes ‘pitágoras’ han visitado Zaragoza para inaugurar dos nuevas aulas de desarrollo mental Aloha en Aragón, que se unen a los cinco centros y una academia que ya impartieron este programa el curso pasado en la Comunidad.


Kiran Motwani, la madre de estos dos niños y directora técnica de Aloha Spain, lee una lista de números en voz alta y casi antes de pronunciar su nombre Samir y Ronit contestan sin dudar cuál es el resultado. Pero, ante todo, la madre asegura que sus pequeños "no son superdotados".


Comenzaron cuando tenían 6 y 7 años y han recorrido ya medio mundo (de China a Canadá, pasando por Francia, Alemania, Australia, India, etc.) mostrando sus progresos con las matemáticas. Son capaces de realizar sumas, restas, multiplicaciones y divisiones de hasta 17 dígitos y más rápido que cualquier calculadora, casi a la velocidad de la luz.


Una forma de motivación en los estudios

Los niños nacieron y residen en Mallorca aunque realizan varios viajes al año a India para no perder la unión con sus raíces. Todo empezó allí, en India, cuenta su madre, cuando la profesora de Ronit, que entonces tenía 6 años, le enseñó a su madre un examen suyo de "Medioambiente" en el que ponía la vaca como animal salvaje y el león o el caracol como domésticos. "No tenía ningún tipo de motivación por los estudios, señala la madre, y necesitábamos buscar una solución”. Una amiga suya les propuso probar el método de cálculo y cuatro años después Ronit ha sido 3 veces campeón del mundo en cálculo mental. La misma profesora que descubrió el problema, no sale de su asombro al comprobar los avances del pequeño, que ahora saca 10 en sus exámenes.


El método consiste en visualizar un ábaco donde los niños realizan mentalmente las operaciones. La clave está en la práctica, reconoce Samir. Y su madre añade: “Los números son muy abstractos y esto es como un juego en el que ellos van moviendo fichas en su cabeza”.


Esta fórmula les ayuda a desarrollar el hemisferio derecho del cerebro, parte que funciona y recuerda en imágenes, frente a lo habitual que es desarrollar el izquierdo para estos cálculos. “Con este método aumenta su motivación, explican en el centro, su capacidad de concentración, lo que sirve para mejorar en todas las asignaturas”.


"No somos superdotados, -insiste Samir- nuestros compañeros saben lo que hacemos y quieren ser como nosotros”.


Su madre les marca las retos y solo cuando son capaces de realizar correctamente 70 operaciones en 5 minutos los inscribe en campeonatos internacionales y reserva el vuelo. “Empiezan con 30, pero les motiva el reto y acaban consiguiéndolo. Saben que ganan a base de práctica", explica orgullosa Kiran Motwani añadiendo: "Lo más importante es lo que desarrollan su cerebro, no me importa que no ganen o que cometan fallos”.


Estos veloces calculadores, dedican solo 15 minutos al día a esta actividad. Pero esta práctica no acaba con el resto de sus hobbies. “Entrenamos en el camino del colegio a casa, sumando matrículas, haciendo la compra, etc.”, asegura su madre.


Samir y Romit tienen, además, tiempo para jugar al fútbol, tocar la guitarra, jugar al ordenador y a la wii y aprender idiomas. Entre ellos ya dominan con fluidez el hindú, el inglés, el castellano, el catalán, están aprendiendo alemán y ahora comienzan con el francés.


El sueño de Samir es llegar a ser científico y el de Ronit piloto. “Quiero tener mi propio avión”, señala el pequeño de los hermanos, mientras su madre le aconseja bromeando que para eso tiene que ser “multimillonario, no piloto”.


Para ellos el cálculo es una diversión. Como explica Kiran Motwani, la técnica se basa en juegos relacionados con la concentración, la atención, en mejorar la conexión entre los sentidos y el cerebro.


"Una persona mayor podría agilizar su capacidad mental pero nunca llegar a visualizar el ábaco como lo hacen los niños". Entre los 4 y 16 años las neuronas son muy activas, explican en el centro, y es cuando una persona puede desarrollar esta capacidad. “Yo les enseño las técnicas pero no puedo visualizar cómo lo hacen ellos”, reconoce su madre.

 

Samir sonríe al afirmar que sabe más matemáticas que sus padres y que es más rápido que sus profesores. “Cuando mis padres hablan por el móvil y necesitan apuntar un teléfono nosotros lo memorizamos”. Además, les acompañan a comprar y van memorizando el precio de todo lo que meten al carro. "Somos mucho más rápidos mentalmente que con calculadora", añade Samir.


Más de 4.000.000 de niños en el mundo

En las aulas de Aloha, repartidas por más de 19 países, los cursos consisten en dos horas semanales de clase, destinadas a niños de entre 4 y 13 años, que luego deben complementarse con unos 10 minutos de práctica diaria.

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La técnica empezó a utilizarse en 1993 en Malasia, y ahora más de 4.000.000 millones de niños en todo el mundo utilizan el ábaco como instrumento matemático. En España existen centros en más de 26 provincias y cuentan con 5.000 alumnos. .


En Aragón esta curiosa fórmula se imparte ya en cinco centros y una academia. “Aquí todavía se entiende como una actividad extraescolar –recuerda Kiran Motwani-, pero cada vez más colegios se interesan y lo incorporan”. Ente ellos ya el curso pasado el Hijas de San José de Zaragoza, Las Anejas en Teruel o el Gil Tarín en La Muela, impartieron esta extraescolar. "Muchos otros se han interesado para el próximo curso así que tenemos muy buenas previsiones", concluyen en el centro.