Estudiante, parada, emancipada -aunque cada vez menos-... La ciudad de Zaragoza cambia continuamente, evoluciona y ahora más que nunca, rejuvenece. Los hijos del 'baby boom' de mediados de los años noventa y las familias inmigrantes consolidadas propician que en la actualidad la capital aragonesa muestre su curva demográfica más joven de los últimos años.

Según los datos del padrón de la ciudad de este año, la horquilla de edad con mayor número de habitantes es la de entre 30 y 34 años, con 62.018 personas. Pero las que mayor crecimiento presentan van entre los 15 y los 29. Además, destaca el enorme pico de nacimientos. Este año ya hay 55.093 niños entre 0 y 4 años, 20.000 más que hace solo un año.

Por contra, cada vez hay menos zaragozanos empadronados mayores de 65 años, con algunas cifras relevantes. Hoy hay 10.000 vecinos de la capital menos que en 2010 mayores de 84 años de edad.

Como consecuencia, la ciudad presenta una población cada vez más joven, buena parte de ella estudiante. Los institutos son la mejor muestra del crecimiento de alumnos en estas franjas de edad. Y a aquellos que todavía se encuentran cursando el Bachillerato, se unen los miles de jóvenes que optan cada año por la educación superior.

De hecho, la Universidad de Zaragoza ha vuelto a incrementar el número de alumnos, después de perder más de 13.000 en 14 años. Desgraciadamente, esta tendencia no es solamente voluntaria. La tasa de paro entre los jóvenes de la capital, y de Aragón en general, se multiplica en los últimos años por culpa de la crisis, lo que lleva a muchos desempleados a invertir su tiempo en formación complementaria.

Sin embargo, ni siquiera una buena formación asegura un trabajo a los más jóvenes. “Estamos ante la generación más preparada de la historia de nuestro país y, en cambio, no hay oportunidades para ellos”, indica Elena Gil, secretaria de Juventud de CC.OO. en Aragón.

Según el informe de la oficina estadística de la Comisión Europea (Eurostat) relativo a 2011, uno de cada cuatro jóvenes de la Comunidad está desempleado.

La emancipación, cada vez más lejana

Por ello, la 'joven Zaragoza' apenas se plantea su emancipación, por culpa de la inestabilidad laboral y las malas perspectivas de futuro. Según un estudio de la Federación Española de Sociología, durante la expansión económica el porcentaje de jóvenes entre 18 y 34 años que dejaron de vivir con los padres pasó del 35,1% en 2002 al 44,9% en 2007. Sin embargo, desde principios de 2008 la crisis económica ha empujado proporciones crecientes de jóvenes emancipados a volver a casa de sus padres.

Según un informe de la Fundación La Caixa, 7 de cada 10 jóvenes de entre 20 y 29 años vive con los padres y lo hace por obligación. Además pone de manifiesto cómo esta situación retrasa los nacimientos, ya que la precariedad laboral provoca que se formen familias más tarde.

De ahí que los jóvenes zaragozanos opten por la formación -el número de alumnos en másteres oficiales se ha disparado con la crisis-, o la emigración en busca de más oportunidades y de aprender un idioma -más de 1.500 aragoneses buscan oportunidades lejos de su tierra cada año-.