La suciedad y el vandalismo se apoderan del entorno de la Estación Delicias

Un simple paseo por la zona sirve para evidenciar el abandono que afecta a la plaza Sur y la zona este de la Estación Intermodal, repleta de basura en los rincones, pintadas en las casetas, cristales del pavimento levantados y botellas rotas.

"Hacía tiempo que no venía y me he llevado una decepción al comparar cómo estaba antes y cómo está ahora... Esto da vergüenza ajena", confiesa desilusionada Begoña Caballo mientras pasea a su perrita por un césped cercano a la Estación. "Esto debería ser un parque de recreo. El sitio es bonito y que se tenga así de descuidado es una pena. Hace unos meses no pasaban estas cosas", apostilla Manuel Jaramillo, vecino de La Almozara.

Según señalan, el suelo acristalado que decora la plaza está "todo levantado", situación que en más de una ocasión ha provocado algún que otro percance entre quienes vienen a pasar la tarde a la Plaza. "El año pasado se soltaba algún cristal pero ahora es todo el suelo. Es peligroso para los que venimos con los perros y para los críos que vienen aquí a la fuente a jugar", señala Begoña. "Hubo un niño que se cortó la mano y tuvo que venir la ambulancia. Sin ir más lejos, mi niño vino el otro día con todo cortecitos en los pies", cuenta María Fernanda mientras vigila a su pequeño divertirse en la fuente.

Por su parte, Guadalupe González, reivindica que pongan contenedores en la zona para erradicar así la suciedad que se acumula día tras día en el entorno de la Intermodal. "Hay pocas basuras para un solar tan grande. Con dos o tres botellas de agua ya se ha llenado ese recipiente", dice señalando una papelera de apenas medio metro de altura. "Si se pusieran cubos más grandes o a lo mejor si hubiera más control de vez en cuando... Pero hasta que no pase algo, aquí no viene nadie", apostilla.

Vandalismo

Manuel Jaramillo coincide en que, como medida de prevención, "la Policía debería pasarse por la zona, parar un momento y ver lo que sucede a diario". Y es que a tan solo unos metros de las familias que pasan el rato en la plaza, encontramos transeúntes y jóvenes borrachos que, según señalan, perturban desde hace meses el buen ambiente que hay en la zona.

"Muchas veces son chiquillos que no llegan ni a los 15 años. Lo han cogido como punto de encuentro para beber y emborrachase y dejan esto hecho un asco. A veces incluso se ponen aquí a tirar botellas al lado de los niños hasta que un día vino la Policía por el enfado de una madre", cuenta Jaramillo. "Vienes aquí a pasar el rato y lo único que encuentras son tonterías. Y como son críos y van bebidos, ¿quién puede razonar con ellos?", se pregunta otra madre. "Lo dejan todo por ahí tirado los que vienen a beber por la noche y, como no hay mucha gente que limpie, se acumula la basura", señala Aimar Artal, una joven del barrio que no ha podido sentarse con su pandilla en uno de los bancos "porque estaba todo lleno de sangría".

El presidente de la Asociación de Vecinos Bombarda-Monsalud, Pablo Vázquez, asegura que "se han hecho las correspondientes quejas ante la junta municipal de Delicias para que las transmitiesen al Ayuntamiento de Zaragoza y al Gobierno de Aragón".

El problema de suciedad y vandalismo en la zona persiste meses después de sus denuncias. "Ya no es solo el grupo de 'sin techo' que tiene su punto de recogida en las garitas propiedad de ADIF, sino que existe también otro tipo de vandalismo que está en todo punto de la ciudad", advierte.

Para evitar el estado de "perdición" en que se encuentra este entorno, reclama a los distintos organismos que establezcan un control en la zona. "Son ellos los que tienen que tomar cartas en el asunto con más fuerza que nosotros para erradicar este problema", sentencia.