Vivienda

Un año y medio pagando una hipoteca de una compraventa anulada

Una pareja de Calatayud ha pagado casi 14.500 euros por una casa nueva que la constructora entregó con serios desperfectos. La Audiencia Provincial ha condenado al banco a devolverles el dinero.

Imagen de la Audiencia Pronvincial de Zaragoza
Un año y medio pagando una hipoteca de una compraventa anulada
GUILLERMO MESTRE

Aitor López y Raquel Bernardino, una joven pareja aragonesa, compraron una casa en Calatayud en el año 2007. Nada hacía presagiar que ese feliz acontecimiento se convertiría en uno de los peores episodios de sus vidas que les ha llevado a estar inmersos en los tribunales durante varios años para salvar su dinero que, periódicamente les era retirado de su cuenta bancaria. Ahora los tribunales les han dado la razón en una sentencia que su abogada, la zaragozana Cristina Llop, tilda de pionera en España.

 

Como parte del precio de compraventa de la que iba a ser su vivienda, Aitor y Raquel se subrogaron en la hipoteca que la constructora había firmado con una entidad bancaria por un importe de 124.600 euros. “Era una claúsula obligatoria del contrato de compraventa”, explica Aitor. Poco después de formalizarse ambos contratos, y tras llevar tan solo unos meses residiendo en la vivienda, la compraventa quedó anulada porque la constructora incumplió, entre otras cosas, las normas de buena construcción, tal y como informa la abogada Cristina Llop, que se ha encargado de la representación legal de la pareja.

 

Compramos una casa de lujo y recibimos un desastre. No podías cocinar sin que los humos se filtraran en el baño o ducharte sin que el agua se filtrara a la vivienda del vecino. Además, cuando llovía nos caía agua y todas las vigas estaban sin rematar”, enumera Aitor.

 

Ante estos graves desperfectos, la compraventa fue anulada por sentencia del Juzgado de Primera Instancia de La Almunia de Doña Godina, pero no así la subrogación de la hipoteca por lo que la entidad bancaria siguió requiriendo a la pareja la satisfacción de la misma con la intención de que le abonaran el toda la hipoteca. Hasta 14.498 euros les llegaron a cobrar, momento en el que Aitor y Raquel dijeron basta y se negaron a seguir pagando la hipoteca de una casa que jamás disfrutarían junto a sus hijos.

 

Nos llegaron a quitar la ayuda por nacimiento que nos ingresaron en el banco. Teníamos dos cuentas con ellos, una corriente y otra hipoteca, y sin decirnos nada nos retiraron el dinero de una cuenta a otra”, indica dolido Aitor.


Apoyo de los tribunales

Tras más de cinco años y medio peleando en los juzgados, el pasado mes de mayo, una sentencia de la Audiencia Provincial de Zaragoza dio la razón a Aitor y Raquel y ordenó que el banco les devolviera los casi 14.500 euros que había recibido por la hipoteca y que les retirara de las listas de morosos en los que se les hubiera inscrito, así como que desistiera en el bloqueo de cuentas corrientes.

 

Desde la semana pasada, la sentencia es firme y no recurrible ante una instancia superior. “Esta sentencia es de suma importancia puesto que es un reflejo de la doctrina que el Tribunal Supremo ya aplicara a casos como los de 'Opening English', pero resolviendo esta vez un supuesto de extraordinaria relevancia como es una compraventa de una vivienda y su hipoteca”, ha explicado la abogada Cristina Llop.

 

Esta academia de inglés, que quebró en 2002 dejando miles de afectados en toda España, concedía créditos a sus alumnos actuando a modo de agente de las entidades crediticia. Tras la quiebra, las entidades seguían pasando recibos a los alumnos, hasta que el Alto Tribunal consideró que la ineficacia del contrato de enseñanza debía hacerse extensiva a la ineficacia del contrato de préstamo. "Lo hemos perdido todo"

Tras la resolución de la Audiencia, la pareja respira satisfecha y, al echar la vista atrás sobre la totalidad del proceso judicial, solo sienten alivio y, por supuesto, que con ellos se ha hecho justicia. “En estos cinco años lo hemos perdido todo. Hemos vendido todas las propiedades que teníamos porque nos amenazaron con embargarnos, hemos estado a punto de separarnos y no hemos podido ni cambiar de tarifa de teléfono móvil porque nos incluyeron en listas de morosos”, indica Aitor.

 

“Una hormiga ha conseguido vencer a un gigante”, resume esta pareja, que espera que si hay personas viviendo la misma situación, la sentencia que ha fallado la Audiencia Provincial a su favor les sirva para seguir adelante como ahora hacen ellos.