Zaragoza

Simas y grietas ponen en jaque a los vecinos de La Puebla

El tipo de terreno sobre el que se encuentra el municipio es propicio a los movimientos de tierra. Cualquier escape de agua puede provocar una.

Piscina cerrada por la aparición de una gran grieta.
Piscina cerrada por la aparición de una gran grieta.

Aunque acostumbrados, los vecinos más veteranos de La Puebla de Alfindén siguen sufriendo las simas y grietas que el agua subterránea genera en el térreno kárstico en el que se ubica el municipio zaragozano. Una situación que coge de improviso a los nuevos habitantes de la localidad.


En esta tesitura se encuentra Carol, una vecina que se mudó recientemente al municipio: "Desde que vivo aquí he visto aparecer simas en varias calles, junto al colegio, en la piscina... Por lo que comentan, es algo que debe ocurrir desde siempre. Viendo algunos agujeros y simas a veces te planteas si vives en un pueblo seguro".


Bien conocedor de esta problemática es N. S., quien regenta un bar en la localidad. "Desde hace un año me han salido grietas por todo el local y se me han caído baldosas del alicatado de las paredes. Las pérdidas van a ser cuantiosas", asegura.


En su caso, la problemática deriva del agua que rebosaba de las tuberías del edificio que linda con el terreno anexo al local, que ha provocado los movimientos de tierra.


Otras simas, explica este hostelero, afectan directamente a casas particulares: "Hay bodegas en las que han aparecido agujeros de los que ni siquiera se conoce la profundidad exacta".


"El terreno de La Puebla es muy dado a las simas, por lo que cuando hay una filtración de agua se corre el riesgo de que se produzca una", explica la alcaldesa del municipio, Nuria Loris. "Así que cuando hay un problema se estudia, se explica a los vecinos y se intenta atajar lo antes posible. Además, hacemos revisiones periódicas para evitar cualquier tipo de fuga", añade.


Revisiones sistemáticas


Desde que Loris ocupa el cargo de alcaldesa, al menos tres espacios públicos -concretamente el piso de dos calles y uno de los vasos de las piscina municipal (ahora cerrado)- han tenido que ser intervenidos para reparar los daños provocados por estos movimientos. A ellos deben sumarse los diferentes problemas que se han generado en casas particulares y otros espacios privados.


"Por otro lado -añade la primera edil-, hemos elaborado un 'planning' de las tuberías y hacemos revisiones sistemáticas con el equipo de arquitectos municipales, utilizando unas cámaras en las oquedades para controlar que hay escapes. Así, en caso de que haya alguno, podemos actuar con rapidez".