Los funcionarios salen a la calle contra los recortes

A las diez en punto, acompañados por las campanadas del Pilar y de la Seo, pequeños grupos de funcionarios vestidos de negro han comenzado a salir a la puerta del Ayuntamiento para protestar contra los nuevos recortes anunciados el miércoles por Rajoy.

"Estamos de luto por la función pública y muy enfadados", explica un operario del Ayuntamiento. "Nosotros no tenemos los sueldos que tienen los trajeados elegidos a dedo", señala otro trabajador de base de la administración local que, aunque viste su uniforme de trabajo de color azul recalca: "No se ve por fuera, pero por dentro estoy negro".

Un policía local, encargado de mantener el orden durante la concentración, quiere dejar constancia de que él también es un funcionario y añade: "Con más mérito incluso, porque tenemos que mantener la compostura y a mí también me apetecería protestar y gritar". Este policía cuenta que ha tenido que vender el coche para poder pagar los estudios de su hija: "Ahora ya no puedo vender nada y hay que pagar matrículas de Universidad, más al día no puedo vivir".

José Manuel Alonso, portavoz del grupo municipal de IU, insiste en que los funcionarios son imprescindibles para evitar el partidismo absoluto en la función pública: "No podemos volver al siglo XIX cuando cada partido cambiaba a los trabajadores a su antojo en cada mandato". 

Lola Ranera,  consejera de Participación Ciudadana, opina que el Gobierno "ha ido a lo fácil" y asegura que el Ejecutivo, con sus "medidas impopulares", está provocando un enfrentamiento entre los funcionarios y la sociedad. "Van a por todos", recuerda a su vez el portavoz de IU a los ciudadanos más críticos.

Otros puntos de la ciudad

A las 11.00, han sido los trabajadores de administración provincial los que han salido a la calle para transmitir, durante media hora, su desacuerdo con los ajustes anunciados. Sus protestas en plena calzada han obligado a cortar el tráfico en el paseo de María Agustín durante 10 minutos.

Daniel Alastuey, portavoz de UGT, ha opinado que hace dos años, cuando se redujo el sueldo de los funcionarios un 5%, "muchos pensaron que era un sacrificio necesario" pero que esta vez ya no creen que esta medida "solucione nada". "Estamos en un círculo vicioso que no tiene salida -ha señalado-, hay otras cosas mucho más urgentes y eficaces, como combatir el fraude fiscal". 

Un grupo de trabajadoras de la DGA ha querido defenderse de las críticas ciudadanas hacia los funcionarios: "Se habla de equiparación con la empresa privada cuando los interinos no tenemos indemnización por despido", ha recordado Ana. "La gente no se hace una idea de lo que supone una paga extra -ha añadido por su parte Eli-, yo me voy a quitar el seguro del coche". 

Como Eli, otros funcionarios planean ya cambios en su día a día: "Yo tengo el coche roto y no lo puedo reparar", apunta una, "yo ya no puedo permitirme una niñera", ha señalado otra manifestante.

"La salud no se vende"

Al mismo tiempo, más de 300 trabajadores del hospital Miguel Servet de Zaragoza se han concentrado este viernes para protestar por los recortes a los funcionarios anunciados esta semana por el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy.

La manifestación, prevista para las 11.00 y coordinada con los sindicatos del resto de España, ha durado media hora y ha estado presidida por una gran pancarta que colgaba de la fachada y rezaba: “Ojo Sr. PP. La salud no se vende”.

Los funcionarios, unidos en una marea de batas blancas y verdes, han cortado el tráfico en las inmediaciones del hospital y han paralizado el tranvía al grito de: “Que sea diputado el próximo parado”.

José Luis Lascuen, representante de los trabajadores de servicios técnicos del hospital afirma: “Cada día hay más gente que se va concienciando de que irracionalmente el Gobierno está recortando a los más pobres”. Además, denuncia la precariedad de algunos contratos hechos “día a día” y sin ningún tipo de estabilidad para los empleados.

Ana Bonafonte, enfermera y delegada sindical de enfermeras, explica: “Lo hacemos para presionar y hacerle ver a Rajoy, que este no es el camino, hay otros sitios para recortar, pero no podemos permitir que sea en Educación y en Sanidad”.

Para Blas Gómez, uno de los representantes de UGT en el hospital, las últimas medidas presentadas “no sirven para nada, solo para castigar a la clase trabajadora”. Asegura que seguirán articulando movilizaciones en el sector y que les espera “un otoño movidito”.

Raúl García, representante de CC. OO., por su parte, felicita a los trabajadores de la sanidad pública “por esta concentración masiva contra los recortes que sufren como ciudadanos y trabajadores de la Administración Pública”.

Todos coinciden en que son el sector “más fácil de atacar” por el Gobierno y por la sociedad, pero la gente tiene que entender que ellos también son ciudadanos y muchos, “mileuristas”.

Educación

También los empleados de la Universidad de Zaragoza y del hospital Clínico Universitario han cortado distintas vías céntricas de la capital aragonesa. Vestidos con batas blancas los sanitarios han cortado la avenida de San Juan Bosco a la altura del Hospital Clínico, mientras que el colectivo universitario ha bloqueado la plaza de San Francisco.

Pilar Gutiérrez, miembro del colectivo Marea Verde, ha anunciado que en septiembre los trabajadores de la universidad "van a plantar cara" y que, entre otras acciones, tienen la intención de devolver las tarjetas de fichar.

Gutiérrez ha denunciado el cierre de servicios universitarios y ha asegurado que no hacen huelga porque no pueden permitirse que les descuenten más dinero.

A la misma hora, también se han llevado a cabo concentraciones en la puerta del Paraninfo, en la sede del Gobierno de Aragón, ante la Confederación Hidrográfica del Ebro y diferentes organismos públicos.

En el Seminario

Varios centenares de empleados públicos se han concentrado este mediodía en el edificio del Seminario de Zaragoza para protestar contra los últimos recortes del Gobierno, que incluyen la eliminación de la paga extra de navidad a los funcionarios.

Vestidos con camisetas negras, los manifestantes han realizado una cacerolada en el interior de estas dependencias municipales, y también han hecho sonar bocinas, silbatos, panderetas y otros instrumentos. Entre las pancartas dominaban aquellas en las que se exigía la dimisión del Gobierno y de su presidente, Mariano Rajoy, o las alusivas a los bancos: "rescatemos a este país del Gobierno", "que paguen los bancos".

Además, varios empleados portaban un muñeco que simbolizaba a un funcionario, metido en un féretro, junto con carteles en los que decían que estas navidades no iban a tener "ni para carbón" para sus hijos.

Tras abandonar las dependencias municipales, los asistentes se han dirigido a cortar la Vía Hispanidad, que ha permanecido cerrada al tráfico durante aproximadamente diez minutos.

A pesar del ambiente festivo de la concentración, el ánimo estaba caldeado entre los funcionarios, que se quejaban de que "no es la primera vez" que sufren los recortes y de "tener que pagar el rescate a los bancos". Francisco, empleado municipal, ha ido más allá y ha acusado al Gobierno de robarles una parte de u sueldo y ha dicho que apurarán la vía judicial para intentar detener el recorte.

Además, ha añadido que "la burguesía quiere que la clase trabajadora no estudie". Para Miguel Martínez, secretario de Acción Sindical de la CGT, estas medidas son "exageradas" y ha denunciado que la eliminación de liberados sindicales condena "a la inanición" a los sindicatos pequeños. 

Martínez ha calificado de "vuelta de tuerca" del Gobierno para deteriorar el empleo público y ha hablado de "cabreo generalizado" en las filas del funcionariado, que considera que es un sector que hasta ahora ha realizado un aporte importante para la economía.