La ciudad de Zaragoza ha homenajeado este viernes Miguel Ángel Blanco, en el quince aniversario de su secuestro y asesinato a manos de ETA, en un acto en el que se ha depositado una corona de flores, se ha tocado música de Bach y Casals y se ha guardado un minuto de silencio.

Un acto que han presidido la presidenta de Aragón y del PP en la comunidad, Luisa Fernanda Rudi, y el alcalde de Zaragoza, Juan Alberto Belloch, en la calle que lleva, desde hace dos años, el nombre del concejal del PP de Ermua (Vizcaya), en el barrio zaragozano de Valdefierro.

Al homenaje, que comenzó con una zarabanda de Bach y finalizó con el Cant dels Ocells de Pau Casals, a cargo de la violonchelista Nuria Gañet, han asistido el delegado del Gobierno en Aragón, Gustavo Alcalde, el presidente del Tribunal Superior de Justicia de la comunidad, Fernando Zubiri, y el Justicia de Aragón, Fernando García Vicente.

Además de miembros del Partido Popular, diputados de las Cortes de Aragón y la corporación municipal.

La presidenta aragonesa ha dicho, en declaraciones a los medios de comunicación, que fueron "cuarenta y ocho horas angustiosas para todos los españoles", que ha recordado con "toda claridad", cuando ella era alcaldesa de Zaragoza, una etapa en la que estaban asesinando a concejales de toda España, "quizá por ser los representantes más cercanos de los ciudadanos".Hace 15 años

Y ha señalado que la capital aragonesa "se echó a la calle" y se celebró una misa funeral en la plaza del Pilar con la presencia de muchos de los familiares de Miguel Ángel Blanco.

En aquellos momentos según Rudi hubo un "punto de inflexión, se habló del espíritu de Ermua que, por desgracia, no ha llegado igual de vivo a nuestros días", al tiempo que ha destacado que fue la primera vez que la gente, incluso en el País Vasco, salió a la calle gritando "asesinos a ETA" y "libertad".

"Esperemos que no tardando mucho la banda terrorista ETA anuncie que se ha disuelto y que abandona las armas y dónde las entrega", que es lo que están esperando todos los españoles de bien y todos los demócratas, ha afirmado.

El alcalde ha señalado por su parte que Zaragoza tuvo presente a Miguel Ángel Blanco desde el principio, ya que siendo alcaldesa la ahora presidenta se le concedió por unanimidad en el pleno del ayuntamiento el título de hijo adoptivo de la ciudad.

Aunque ha tardado más el haber puesto su nombre a una calle, que se ha hecho en 2010, es el mayor homenaje que probablemente puede rendir una ciudad según Belloch, quien ha añadido que ha tenido que ver con algo "muy claro y muy rotundo" como es tener "memoria permanente de Miguel Ángel y en general de todas las víctimas del terrorismo".

Porque mientras "lo tengamos en la memoria y en el corazón, seguirá vivo y sus valores, que es lo más trascendental, también", ha afirmado el alcalde.

Mientras que el vicepresidente de la Asociación de Víctimas del Terrorismo, José Marco, ha agradecido que las instituciones se acuerden de fechas como estas porque se transmite a la sociedad esa "memoria permanente de las víctimas del terrorismo".

Para Marco, una calle dedicada a la Miguel Ángel Blanco es importante, pero también la memoria de todas las víctimas, sobre todo, en estos últimos tiempos en los que se está viendo sentencias, acercamientos de presos y cuestiones que están afectando bastante a las víctimas del terrorismo.

En este sentido, ha dicho que "estos pequeños detalles, que en realidad son muy grandes", como la conmemoración de hoy o la placa en recuerdo a las víctimas del terrorismo que la localidad zaragozana de Mediana de Aragón inaugurará el próximo domingo, son importantes porque notan ese cariño y la cercanía de la ciudadanía.