Consumo ecológico

Las lechugas llegan en bici

Tres jóvenes han montado una empresa de ciclomensajería, 'Borraja a Piñón', para repartir cestas y productos ecológicos en Zaragoza.

Daniel Gómez y Mer Cruz, en La Ciclería
Las lechugas llegan en bici
P.F.

Tres jóvenes zaragozanos amantes de las bicis y del consumo ecológico se juntaron con ganas de montar un negocio respetuoso con el medio ambiente. Y así acaba de nacer Borraja a Piñón, una empresa de ciclomensajería especializada en el reparto de cestas y productos ecológicos. Daniel Gómez, ingeniero industrial de 25 años; Pablo Higueras, trabajador social de 26; y Mer Cruz, de 32 años, terminando Filología Hispánica, son los padres y las piernas de esta idea.


“Me quedé en paro y llevábamos un tiempo pensando en montar algo con bicis. Somos consumidores de productos ecológicos y vimos que uno de los obstáculos es la distribución. Hay cooperativas de consumo que ya se encargan de distribuir las frutas y verduras entre sus socios. Nosotros queremos llegar a más gente, servir de contacto entre los agricultores y los consumidores, y también entre las tiendas y sus clientes. Y, por supuesto, hacerlo en bici para ser respetuosos con el medio ambiente”, explica Mer.


Los tres son los gestores de la empresa y los ciclomensajeros. Estudiaron otros ejemplos (como La Casita o Pachamama, en Barcelona, otras experiencias en Pamplona, o La Veloz, pionera en Zaragoza) y en abril comenzaron a pedalear. Comparten local con la asociación La Ciclería, en la calle de Bubierca. Hacen repartos en la ciudad de Zaragoza de lunes a sábado y tienen una tarifa única de 4 euros.


“La filosofía era cerrar el ciclo de la ecología. Cada vez hay más consumo de productos ecológicos, en cooperativas o de manera particular, pero luego el reparto se hace en vehículos de motor. Nosotros queremos fomentar el consumo de productos ecológicos, de temporada y locales”, explica Daniel.


Reparten frutas y verduras de dos agricultores del entorno de Zaragoza: Nico Abadías, de Sariñena, y Mario Murua, del Lugarico de Cerdán. Y están en contacto con más productores. Ellos traen sus cestas un día a la semana al local de Borraja a Piñón y los ciclomensajeros se encargan de llevarlas a las casas. También ofrecen su servicio para la Panadería Pinilla y la tienda La Natural. Y reparten otros productos, como juguetes eróticos (de Desmontando a la Pili) o camisetas (de Simbiosis, para Marea Verde).


Como muestra de su conciencia medioambiental, los creadores de Borraja a Piñón publican cada semana en su web los kilómetros que han realizado y el ahorro energético que ha supuesto hacerlo en bici. Por ejemplo, la semana del 11 al 16 de junio, los ciclomensajeros recorrieron 76,5 kilómetros, lo que supuso un ahorro de 7 litros de combustible y se dejaron de emitir 15,3 kilos de CO2, según los datos del Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE) y la calculadora de MejorConBici.


El carro que usan para el reparto es casero: lo han fabricado ellos con capacidad para cuatro cestas. “Zaragoza es una buena ciudad para pedalear, es cómoda y no tiene cuestas. Lo único malo es el cierzo”, apunta Mer, que circula por el carril bici y por la calzada.