Los sindicatos UGT y CCOO y varias asociaciones de vecinos han rechazado hoy el cierre del Parque Deportivo Ebro de Zaragoza anunciado por el Gobierno de Aragón, ya que dejan a los vecinos sin un espacio de ocio donde disfrutar del verano de una forma económica.

Así lo han indicado en una rueda de prensa representantes de la Federación de Asociaciones de Barrios de Zaragoza (FABZ), de los sindicatos CCOO y UGT, y de las asociaciones de vecinos de la Almozara y Delicias, quienes han unido sus fuerzas para oponerse al cierre anunciado de estas piscinas públicas.

Para los vecinos de Delicias y Almozara, este espacio es "una alternativa lúdica y económica para poder disfrutar todos los veranos", pero ahora "se les ha arrebatado sin ofrecerles ninguna alternativa", indica CCOO en un comunicado.

Por su parte, el presidente de la FABZ, Félix Moreno, ha señalado que el cierre de las piscinas era "la crónica de una muerte anunciada", ya que fueron inauguradas en 1973 y "ante el paulatino envejecimiento de las instalaciones" necesitan "una urgente modernización y puesta a punto".

En este sentido, ha criticado la actitud de la presidenta Luisa Fernanda Rudi, quien "prometió no realizar más ajustes, ni suprimir más espacios públicos de los que fueran necesarios".

Por su parte, Alicia Hernández, de la sección sindical de UGT en la DGA, ha mostrado su preocupación por los 30 trabajadores fijos que hay en la plantilla, los tres fijos-discontinuos y los quince temporales que se contrataban en verano y que este año han perdido su puesto de trabajo.

En este mismo sentido, Julio Moreno, de CCOO, ha insistido en que la comunidad debería "proteger a los más necesitados" pero lo que hace es "aprovechar la crisis para restar servicios públicos", al tiempo que ha defendido "el único recurso deportivo de las 50.000 personas que viven en la zona".

En la rueda de prensa se ha hecho un llamamiento a la ciudadanía para que se reúna el día 9 de junio, a las 11.00 , frente al edificio Pignatelli de Zaragoza, ataviados con bañadores, flotadores o cualquier utensilio para ir a la piscina, con el objetivo de reclamar que no se cierre este espacio.